Ayer a las doce de la noche se puso el broche de oro a nueve días de festejos en San Vicente del Raspeig. La Hoguera Oficial Mayor, de los hermanos Gómez Fonseca, situada en la plaza del Ayuntamiento, daba el pistoletazo de salida a una noche donde la localidad alicantina vio cómo las llamas se llevaban por delante todo un año de trabajo. "Este año las hogueras han trascurrido con total normalidad. La quema de los monumentos oficiales ha sido más participativa de lo esperado", afirmó Israel Rubio, presidente de la Federación de Hogueras y Barracas. Las Belleas del Foc adulta e infantil, Paola García López y Marina Corredor Gómez, máximas representaciones de los cargos festeros, no pudieron disimular su emoción al ver quemar la Hoguera Oficial.

La noche transcurrió con total normalidad y a lo largo de las fiestas no se han tenido que lamentar ninguna incidencia grave. El terrible calor y la temible crisis económica no han impedido a los sanvicenteros disfrutar de los festejos. Tras arder la hoguera del Ayuntamiento, se inició la quema de la ganadora de este año. La hoguera Carrer Major que a pesar de haber cambiado por obras su ubicación (situada estas fiestas al principio de la calle Major, junto al caserío de los molinos) ha ganado en creatividad y belleza. Su presidente, David Serrano Congost, apenado por el año que termina, dijo adiós a una hoguera que por primera vez se alzó con el primer puesto y añadió que "ha sido un año maravilloso para la hoguera y ahora toca comenzar a preparar el monumento del próximo año". Tras ser reducida la ganadora a cenizas, la Hoguera de las Acacias, a la que pertenece la Bellea del Foc, fue la siguiente ante la entristecida mirada de Paola García López. Como novedad para la Hoguera Haygon Sol y Luz, que se estrenaba este año, la cremà tuvo un significado especial. "Ha sido muy emotivo ver reducida a cenizas la hoguera. La despedimos con mucha tristeza porque ha sido una fiesta muy esperada y que hemos vivido con mucha intensidad", declaró Víctor López, presidente de la hoguera.

Pocos fueron los sanvicenteros que optaron por quedarse en casa y perderse la festividad. La ofrenda de flores a la Virgen del Carmen, celebrada el sábado 17 de julio, constató un aumento de participación respecto al año anterior. La cremà no podía ser menos y cerca de 4.000 personas, según fuentes de la Policia Local, quisieron acompañar y despedir las hogueras 2010. Entre gritos y cánticos los presentes reclamaban a los bomberos de San Vicente del Raspeig que no sólo se limitaron a sofocar las llamas sino también animaron a las personas allí concentradas rociándolas con agua y paliando el sofocante calor. Como no podía ser menos, las bandas de música y las charangas no dejaron de tocar hasta el último momento, propiciando un ambiente muy festivo.

Con la hoguera Haygon Sol y Luz se puso el punto y final a la espectacular quema de monumentos y comienza de nuevo un año de preparación para las hogueras 2011 donde esperan tener la misma acogida de público que este año.