El grupo de viviendas tuteladas que el Instituto Valenciano de la Vivienda-IVVSA- tiene en San Vicente del Raspeig se encuentra en un enclave en teoría envidiable, el parque de la calle Lillo Juan. Sin embargo, sus usuarios aseguran que el hecho de estar en un lugar abierto a todo el público les está generando problemas de inseguridad, destrozos y suciedad en la parte trasera del inmueble.

El portavoz del grupo municipal del PSOE, Rufino Selva, ha exigido al citado instituto una solución para los usuarios de estas viviendas, todas personas mayores. El edil recuerda que esta urbanización ha dado problemas desde que se construyó. Incluso, apunta, existe una escalera sin barandilla donde se cayó un anciano que posteriormente falleció, pese a lo cual sigue sin instalarse un pasamanos para que los vecinos del inmueble, generalmente con problemas de movilidad, puedan utilizarlas con seguridad.

Uno de estos usuarios, José Baeza, explica que, además, al estar abierta al público esta parte trasera, suelen acumularse residuos como plásticos o excrementos de perros. Incluso, agrega, a veces los gamberros se orinan allí y también acuden parejas que practican relaciones sexuales y después dejan tirados los preservativos.

Garajes

Este vecino recuerda que los vecinos tienen también plazas de garaje "pero casi da más miedo dejar allí los coches que en plena calle porque no hay protección de ninguna clase".

Este diario no pudo recabar una explicación del IVVSA, mientras el portavoz socialista lamenta que el organismo dependiente de la Generalitat "ni siquiera permita a los inquilinos constituirse en junta de vecinos para que puedan proponer soluciones".