Cerca de un millar de propietarios de la urbanización Río Park de Mutxamel están a punto de convertirse en "ciudadanos de pleno derecho" del municipio poniendo fin a una pesadilla llena de deficiencias, trámites y cuantiosos gastos que se ha prolongado cerca de tres décadas. El Ayuntamiento de Mutxamel recepcionará en unos días los viales y la señalética de la citada urbanización, tras haberlo hecho recientemente con las zonas verdes y el alumbrado, lo que cierra un proceso largo y difícil en el que los vecinos se han sentido "abandonados a su suerte" hasta no hace mucho, según explicó ayer la presidenta de la Asociación de Vecinos de Río Park, Mónica Rueda.

Los problemas en Río Park comienzan en el mismo momento en que se empezó a construir en la zona, allá por 1985, dado que los 2.600.000 metros cuadrados que ocupa la urbanización carecían de cualquier servicio. La falta de alcantarillado -una cuestión que aún no está resuelta- así como de viales, aceras y alumbrado han dificultado el día a día de las cientos de familias que habitan una zona de Mutxamel que ocupa 2.600.000 metros cuadrados, divididos en cinco fases.

"Hemos pasado 28 años sin ser de este planeta", concluye Mónica Rueda. La Junta de Compensación integrada por el mayorista de los terrenos (Río Grand), los pequeños propietarios y el Ayuntamiento de Mutxamel "sólo ha servido para que los vecinos hayamos puesto mucho dinero de nuestros bolsillos (una media de tres millones de pesetas por propietario). Hasta que nos cansamos", asegura Rueda.

El hartazgo de los vecinos se desbordó en octubre de 2009 al ver que ni el mayorista ni la administración local les ofrecían soluciones definitivas. Se plantaron, dejaron de pagar el alumbrado público y les cortaron el suministro durante dos meses. En octubre del pasado año se manifestaron y algo empezó a cambiar.

Rueda asegura que aunque los vecinos pagaban el IBI, las dotaciones seguían sin estar recepcionadas por la administración local y, por tanto, no se hacía cargo del mantenimiento de las mismas. A partir del 1 de enero del presente ejercicio, el Ayuntamiento obligó al mayorista a realizar las obras de subsanación necesarias y se reguló su mantenimiento.

En la zona, aún quedan por construir 1.600.000 metros cuadrados propiedad del mayorista Río Grand que forman parte de un Plan de Reforma Interna (PRI) que se enviará a Valencia una vez se ultimen los trámites locales. La Junta de Compensación se disolverá y los propietarios pasarán a ser vecinos de pleno derecho de Mutxamel.