María del Mar Miralles recibirá el domingo un reconocimiento, junto al resto de personas que han ocupado algún cargo festero desde que nacieron los Moros y Cristianos de San Vicente en 1975. Propietaria del hostal Casa Antonio, fue la primera persona que ostentó una responsabilidad en esta fiesta, desfilando como como abanderada del bando Moro. No había entonces capitanes, ni siquiera existían los Cristianos.

Miralles, que en 1973 había sido Reina de las fiestas, recuerda que en verano de 1974 "estaban Pachi Pacual, Ximo, Bartolomé Navalón y un amigo suyo en el Café España y me llamaron para comentarme que las fiestas se habían convertido en algo un poco elitista. Bartolo, que era de Villena, contó con énfasis que allí participaba todo el mundo y lo pasaban muy bien".

"Me preguntaron que si quería salir de abanderada y acepté un poco a ciegas, por curiosidad". En aquellas primeras fiestas desfilaron los Moros Nuevos, Viejos y Negros Zulúes y "se pidió ayuda a San Blas, que nos enseñaron e incluso desfilaron con nosotros". Al año siguiente ya hubo en San Vicente un cargo masculino, pues desfiló con un abanderado moro.

Sus obligaciones laborales obligaron a Ma José a dejar la fiesta en 1976 pero ha seguido en contacto con ella por su trabajo. "La he visto cambiar muchísimo, a mejor. La Unión de Comparsas Ber-Largas han hecho un esfuerzo grandísimo y estas fiestas ya se pueden comparar con otras de otros lugares bastante más antiguas".

Asegura que lleva bien el hecho de ser la más veterana, pese a sus 55 años de edad. "No me había dado cuenta de lo bueno que es cumplir años y ser un referente, pues lo he sido en muchas cosas". Por ejemplo, apunta, "fui la primera mujer de la Transición presidenta de la Hostelería de Alicante".