El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig ha concedido licencia de apertura a cinco empresas instaladas en el barrio El Tubo pese a las quejas vecinales sobre los ruidos y las incomodidades que genera la presencia de naves industriales junto a las viviendas.

La Asociación de Vecinos "El Trabajo" viene denunciado esta situación desde hace más de tres años. El colectivo había exigido al Ayuntamiento datos sobre la legalidad de la decena de empresas ubicadas en la barriada, pero no había obtenido respuesta. Sin embargo, hace unos días y tras una reunión mantenida hace un mes con el concejal de Urbanismo, Rafael Lillo, sobre los proyectos de urbanización de la zona, han recibido el estado de tramitación de los expedientes y licencias que afectan a las naves.

De las ocho examinadas, cinco han recibido licencia de apertura en el último año. Además de éstas, cuatro han obtenido la licencia durante los tres primeros meses de este añoy una de ellas todavía no la tiene definitiva. Desde la Asociación se ha criticado al Ayuntamiento por conceder estas licencias ahora, "cuando muchas empresas llevan hasta seis años instaladas y carecían de este permiso hasta la fecha".

La Asociación persigue que el Consistorio pacte con los empresarios el traslado de las naves a una zona industrial debidamente habilitada para evitar los ruidos y el continuo trasiego de camiones. Sin embargo, hasta ahora sólo han conseguido que se lleven a cabo inspecciones para evaluar el nivel de ruido. Fruto de ello son dos sanciones interpuestas a un taller de planchado por el excesivo ruido que genera y que perturba el descanso de los vecinos.

En mayo de 2008 el Ayuntamiento instó a que adoptara medidas correctoras pero al no hacerlo le impuso una multa de 120 euros. El pasado día 3 de marzo volvió a imponerle otra multa al comprobar que no había tomado ninguna medida.

Antecedentes

Las viviendas de El Tubo proliferaron en la década de los años 50 y 60 por la instalación de la fábrica Fibrocementos de Levante. El barrio nació sin una estructura urbanística definida, con calles estrechas y sin las dotaciones de alcantarillado e iluminación exigibles. En los últimos años, los vecinos han peleado para que se mejorara esta situación y el Ayuntamiento ha ejecutado obras en este sentido. Sin embargo, la cercanía de la subestación de Iberdrola y la instalación de naves industriales provocan que el barrio sea un conglomerado de zona industrial y residencial con los problemas que esto conlleva.

Dos usos compatibles

El PP reiteró ayer que la instalación de empresas en el barrio El Tubo es "totalmente legal". Además justificó la concesión de licencias de apertura al señalar que "estos trámites son procesos muy largos". Desde urbanismo se confirmó que las empresas tienen todas las licencias en regla y que en actualmente el uso del suelo permite la instalación de estas actividades junto a las viviendas. Además fuentes populares indicaron que en un momento de crisis como el actual "no se puede ir contra las empresas que generan puestos de trabajo". El futuro PGOU podría modificar la situacion pero, de momento, el PP no lo plantea.