La ermita de Santa Bárbara aparenta desde la distancia conservarse en buen estado. Ubicada en la cima de un cerro frente al barrio Sagrada Familia de Xixona, parece que desde su privilegiada situación todo sigue igual, pero una visita a este santuario del siglo XV revela un avanzado deterioro y un gran abandono, tanto en su zona exterior como interior. Pero lo que más llama la atención es que frente a la ermita yacen desde 2002 los restos de unos sacos de arena y grava que la anterior alcaldesa, Rosa Verdú, ordenó subir en helicóptero para acometer la rehabilitación del inmueble, una actuación que nunca se llevó a cabo y que además supuso un importante coste en el alquiler de este medio aéreo y del material, del que poco o nada queda al haberse esparcido por la zona.

Precisamente la factura de aquel helicóptero, que costó varios miles de euros, la ha pagado hace unos meses el actual equipo de gobierno, ya que era un gasto que dejó pendiente el PP hace ya casi siete años.

Otro aspecto lamentable son los actos vandálicos, ya que han roto el candado de la puerta de la ermita y cualquiera puede acceder allí libremente. Dentro hay poco que ver. Un crucifijo y un cuadro sobre el altar, grandes cruces de madera por el suelo y suciedad, además de encontrase la ermita llena de grietas y desperfectos.

El inmueble es de propiedad municipal y el alcalde Ferran Verdú lamenta que "ahora mismo las prioridades del Ayuntamiento son otras, por lo que no entra en nuestros planes inmediatos su rehabilitación. Lo que sí vamos a hacer es solucionar el tema de la puerta para evitar actos vandálicos en el interior", aunque recordó que dentro no queda nada de valor. Verdú también destacó que ha tenido que ser a finales del pasado año cuando el Ayuntamiento, gobernado ahora por el PSOE, ha pagado la factura del helicóptero que dejó el PP, y que data de 2002. El proyecto de entonces ascendía a 30.000 euros, de los que 3.666,17 fueron aportaciones de vecinos, pero la mala situación económica del Ayuntamiento entonces obligó a posponer la reforma, que nunca se ha llegado a efectuar.

Este santuario se encuentra en la cima de la peña de Santa Bárbara y es visible desde todo el casco urbano xixonenc. Se trata de un símbolo de la localidad. La ermita está documentada desde 1448 y antes hubo allí un poblado íbero. En torno a esta construcción se asentó una importante población y el santuario fue expoliado en los años 20 del siglo pasado. Su estructura está compuesta por una sola nave de estructura rectangular finalizada con un ábside recto.