Falsa alarma por un vertido fecal en El Campello que resultó ser un charco de lluvia

Vecinos denuncian una nueva fuga de residuos, pero el Ayuntamiento ha podido comprobar que se trata de una acumulación de agua debido a las precipitaciones de los últimos días

Vista de la cala del Amerador, en la zona norte de El Campello.

Vista de la cala del Amerador, en la zona norte de El Campello. / J. A. Rico

Una denuncia sin fundamento. Hace escasas horas comenzó a circular con fuerza por las redes sociales una publicación que alertaba de un nuevo vertido fecal en el entorno del Amerador. Lo cierto es que esta playa de El Campello ha registrado episodios similares durante las últimas semanas, pero esta vez nada de eso ha ocurrido.

"Trasladados la lugar técnicos municipales de Medio Ambiente, del departamento de Servicios Técnicos y Seprona (Guardia Civil), se comprobó que no se trata de un vertido, sino de acumulación de agua de lluvia, consecuencia del nivel freático de la zona. Gracias por su interés". Este es el mensaje que transmiten desde el Ayuntamiento y que está apagando cualquier conato de crítica vecinal debido a un sospechoso charco que ha resultado ser un cúmulo de agua.

En relación a los desagradables sucesos que han tenido lugar durante las últimas fechas, el Consistorio ya explicó que la causa es la red de canalización que da servicio a la urbanización Alkabir, principal núcleo de población en esta parte del municipio. Los vecinos aseguran que las fugas de residuos son un problema recurrente y fuentes municipales reconocen que la infraestructura de conductos se ha quedado pequeña ante las necesidades de la zona.

En este sentido, el Ayuntamiento informó hace varias semanas que el proyecto de reforma integral para poner fin a estos incidentes está ya adjudicado. El objetivo de la actuación es eliminar todas las pequeñas depuradoras instaladas en esta zona y convertirlas en estaciones de bombeo, que tras una reorganización, pasarían a formar parte de la red primaría que las conectaría directamente con la depuradora de Alacantí Norte. Se trata de una gran obra que lleva "muchos años pendiente", tal como reconoce el propio Consistorio, que está convencido de que esta intervención (valorada en cerca de ocho millones de euros, de los que la corporación sufragará alrededor de un 10%) cortará el problema de raíz.

Mientras se llevan a cabo estos trabajos, las autoridades locales recuerdan que, para evitar vertidos, elementos como ropa, toallitas y bastoncillos no deben tirarse al inodoro. La última vez que se produjo una situación de este tipo, el detonante resultó ser una madeja de toallitas que inutilizaron las dos bombas de una depuradora. La acumulación era tal que uno de los aparatos pasó a mejor vida. En cualquier caso, el atasco no siempre ha estado causado por estos artículos de higiene; en una ocasión, los operarios municipales llegaron a encontrarse un pantalón de caballero que, por motivos que no han trascendido, tuvo un final poco apropiado para una prenda.