De uñas por una colonia felina

Un grupo de vecinos de la urbanización El Vincle de la pedanía ilicitana de Valverde está de uñas. Y todo por las consecuencias que está teniendo una idea a priori nada mala, pero que, según los afectados, no se está llevando como se debería. Se trata de la colonia felina sita aquí, un núcleo de gatos que, a tenor de las reiteradas quejas presentadas ante el Ayuntamiento, se ha ido, en cierto sentido, de las manos.

La cuestión es que vecinos de la zona, como Concha Querajeta, aseguran que las micciones y defecaciones se han multiplicado y extendido en algunos puntos de esta urbanización.

Comidas fuera del horario

Pero, además, el ronroneo de los felinos durante la noche impide a más de uno descansar como quisiera. También denuncian que a estos animales se les da de comer fuera del horario establecido.

Carreras por los tejados, intromisión en la propiedad privada o peleas gatunas son otras de las cuestiones que han empezado a crispar los nervios de algunos inquilinos.

Por si fuera poco, vecinos recuerdan que en las inmediaciones de esta colonia felina, declarada como tal por el Ayuntamiento, pasan muchos coches, por lo que, remarcan, a lo mejor no es el mejor de los sitios para que se concentren y deambulen los gatos.

Meses de molestias

El caso es que llevan demasiados meses ya soportando éstas y otras molestias. Y de ello han dejado constancia en diversas ocasiones con escritos ante la Oficina de Municipal de Atención al Ciudadano, que incluso han acompañado con fotografías, y también poniéndolo en conocimiento de la Policía Local.

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Aseguran que hasta la concejala de Sanidad, Inma Mora, se ha personado en el lugar interesándose por el asunto a petición de los denunciantes, pero que nada ha cambiado desde entonces.

Método

Entre 15 y 20 gatos se calcula que circulan libremente en torno a esta colonia, la cual, en teoría, está gestionada mediante el método CER: captura, esterilización y retorno.

Las colonias felinas se encuentran bajo control del Ayuntamiento y, según se recoge en el cartel identificador que informa de que se está ante una colonia felina, ésta «elimina molestias de maullidos, peleas y mejora las condiciones higiénico-sanitarias de la zona. Mejora la salud y calidad de vida de los gatos. Mejora la convivencia en el vecindario...». A juicio de algunos de los que viven en esta urbanización, esto no es así.

Supervisión

Los animales de esta colonia se encuentran bajo supervisión veterinaria y están cuidados por personas organizadas por un programa de voluntariado, según se informa en un cartel clavado en un árbol.

Inquilinos de esta urbanización explican que esta colonia nació hace aproximadamente un año y medio, a raíz de pedirlo una de las vecinas para hacerse cargo de ellos. Hace tres años había como dos o tres mininos. Ahora, la población gatuna existente hace muchas veces sus necesidades en un parque infantil cercano, se pelea con mascotas o hace saltar las alarmas de las viviendas.

Los denunciantes, que incluso han acudido al Defensor del Pueblo, apuntan, asimismo, que se está incumpliendo la Ley de Bienestar Animal y que estos animales no deberían estar tan cerca de las viviendas, además de que se les alimenta por la noche y no se les retira la comida por la mañana, como debe ser en una colonia felina.

Traslado

El caso es que los vecinos piden desde hace meses que este núcleo se traslade a otra parte donde humanos y animales se respeten en su convivencia. El Ayuntamiento de Elche ha reconocido parte de los problemas denunciados y, en principio, tiene previsto trasladar esta colonia felina a otra parte. La cuestión ahora es cuándo.

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