El comercio tradicional cae en el centro y el sector de la moda cede a negocios de cuidado personal

La Corredora pierde un 10 % de espacios de venta de ropa y bolsos y cogen peso los centros de estética - El 15 % de locales están cerrados y sólo uno de cada tres negocios resiste más de una década

Una clínica dental en la Corredora de Elche

Una clínica dental en la Corredora de Elche / Áxel Álvarez

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

La actividad comercial del centro de Elche ha dado un vuelco y los servicios personales superan ya a las tiendas de moda, que se han desinflado físicamente con el hábito de comprar por internet. Tomando de referencia la Corredora, el 21,6% de establecimientos se dedican a la medicina estética, peluquería, tratamientos dentales, de audición y ópticas, lo que supone un 5% más que hace una década, según un muestreo realizado por este diario entre los 60 locales a lo largo de los más de 300 metros de la principal arteria comercial del centro.

El comercio tradicional cae en el centro y el sector de la moda cede a negocios de cuidado personal

El comercio tradicional cae en el centro y el sector de la moda cede a negocios de cuidado personal / j.r.esquinas

Este tipo de negocios enfocados a la imagen personal cada vez son más demandados y los promotores apuestan por invertir en zonas de máxima afluencia cuando quedan locales vacíos para iniciarse.

En número están prácticamente equiparados al volumen de zapaterías, tiendas de ropa y de complementos del centro, que ahora suponen un 20%. Si bien, es revelador que en los últimos diez años han caído un 10% los puntos de venta del sector textil, que antes ocupaba tres de cada diez locales.

Desde la Asociación de Empresas de Servicios de Elche y comarca (AESEC) refieren en este sentido que la pandemia de coronavirus hizo daño porque impulsó la venta por internet acelerando el hábito a dar clic antes que entrar a un comercio. Y a ello se suma que la actividad cada vez se deriva más a centros comerciales como l’Aljub con lo que los centros de las ciudades van desluciéndose.

El Parque Empresarial en el centro

Si bien, como contrapeso a esta realidad plantean iniciativas como que grandes firmas del sector de la moda ubicadas en el Parque Empresarial apuesten por posicionar en el centro tiendas «con un fin más de imagen que comercial porque cada vez vienen más turistas» apunta Antonio Andreu, presidente de la entidad.

Más allá de la caída de este sector la tendencia, extrapolada también a todo el casco histórico, es una pérdida paulatina de los negocios «de toda la vida». Es frecuente encontrar carteles de «se alquila» y de liquidación por jubilación porque los empresarios que llevaban las riendas se encuentran sin relevo generacional. Uno de los casos más evidente es el de Joyería Gómez, que tras más de 120 años de actividad se despide de sus clientes y echará la persiana el próximo mes de mayo quedando la duda de qué pasará con el destacado inmueble.

Pocos con más de diez años

En este punto se detecta que sólo un tercio de los establecimientos entre la avenida Juan Carlos I y la Plaça de Baix han aguantado, al menos, dos lustros.

José Antonio Larrosa, profesor de Geografía Humana en la Universidad de Alicante, señala que «la gentrificación y la turistificación de los núcleos históricos acaba expulsando el comercio tradicional», y no sólo está ocurriendo en ciudades medias como Elche si no especialmente en las grandes como València, Madrid o Barcelona.

Locales cerrados

Otro detalle que muestra que falta un asentamiento sólido de empresas es que el 15% de los bajos comerciales de la principal vía del centro ilicitano están actualmente cerrados, un índice que se mantiene estable en los últimos años. Ello no quiere decir que siempre sean los mismos locales sin actividad, si no que las empresas se instalan, prueban suertes y de media dos o tres años después cierran por una mala adaptación al mercado. Entonces el espacio se traspasa, se queda un tiempo con la persiana bajada, si hay se reforma y vuelve a empezar otro negocio.

Ello conlleva que el tipo de actividad económica haya sido muy variable y no estable en los últimos tiempos. Hubo temporadas en las que la Corredora llegó a tener tres cadenas de telefonía y ahora, relacionado con el sector, sólo hay una pequeña tienda de electrónica. El sector de la alimentación y restauración, sin embargo, ha experimentado un crecimiento desde la peatonalización y actualmente supone un 15% de las empresas instaladas, entre ellas cafeterías, heladerías, panaderías y alguna cadena de comida rápida, cuando en 2014 este tipo de servicio suponía un 3% del total.

Precios más bajos

Desde Aesec sostienen que aunque el centro sea visitado por infinidad de personas, sobre todo en fin de semana, el nivel de venta no es elevado. Ello se traduce en que la falta de incentivos para apostar por la zona para emprender haya motivado que el precio del alquiler en algunos locales haya caído a la mitad en los últimos años para dar salida rápido a locales cerrados.

Es más, indican desde la asociación que incluso resulta más caro costear una sede en zonas de expansión como el Sector V, pero, por contra, suscita interés por tratarse de zonas residenciales donde hay alto consumo.

Vicente Rodríguez, representante de la asociación de comerciantes del centro, entiende que la salida para volver a tener un foco comercial importante es que haya más parkings, que sea más accesible el centro a la gente, que se hable con los dueños de los locales cerrados y se busquen soluciones, y que se ponga en marcha definitivamente el Mercado Central.

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