Llevamos más de un año disfrutando de una de las propuestas más adictivas y divertidas del mercado digital. PlaySpace, estudio español afincado en Mallorca, se ha encargado de trasladar los juegos de tablero y cartas más clásicos a los dispositivos electrónicos actuales, adaptándolos a las exigencias de los usuarios bajo una premisa muy clara: el entretenimiento por encima de todo. El ecosistema poco a poco va añadiendo nuevas funciones de cara a los usuarios, como el reciente ´Numbies´ o las adaptaciones de los tradicionales Dominó y Uno, creciendo en contenido y calidad. Miles de jugadores disfrutan a diario de la propuesta mallorquina hasta llevar a PlaySpace a ser la plataforma digital con más usuarios en activo a nivel estatal, alzando su Parchís como la adaptación más jugada a nivel mundial.

Con estos registros, es fácil comprender la evolución del ecosistema, que no deja de actualizarse incluyendo jugosas mejoras de cara a sus usuarios. En esta ocasión hablaremos de uno de los juegos más disputados en territorio nacional: el mítico Chinchón, que PlaySpace ha sabido adaptar a la perfección encandilando a los más rezagados de las nuevas tecnologías. Una propuesta fácil, sencilla, rápida y divertida para cualquier usuario, afín a las nuevas tecnologías o no.

El legendario juego de nuestro pasado

A día de hoy pocos conciben disfrutar de un juego cualquiera sin contar con una pantalla delante. Las nuevas tecnologías le han comido el terreno a propuestas más clásicas como el juego de tablero, las cartas o las fichas. Uno de estos juegos, que ha ido retirándose de nuestros bares y tradiciones, es el Chinchón, un juego de cartas que, sin duda alguna, ha brindado algo más que diversión a nuestros ascendientes. Quizá sea por ello que PlaySpace, en un certero intento de revivir la gloria de los juegos eternos, decidió incluirlo dentro de su plataforma.

Las reglas del juego se mantienen intactas en esta versión digital. Nuestro objetivo será alzarnos con una mano de siete cartas que contengan escaleras, del mismo palo; tríos del mismo número sin importar el palo; o, si somos lo suficientemente afortunados, un chinchón, que se compone de siete cartas consecutivas del mismo palo cerrando y ganando la partida automáticamente.

Comenzaremos, pues, con una mano dispersa, y a partir de ahí nuestro objetivo es ordenar nuestras cartas e intentar formar las figuras anteriormente mencionadas, robando cartas del mazo y descartando las que menos nos interesen. Simple, efectivo y divertido a partes iguales. Cuando tengamos algunas figuras en nuestra mano, podremos cerrar la partida, comenzando el recuento de puntos: el objetivo es tener el menor número entre los jugadores. Las cartas que no estén comprendidas dentro de una partida sumarán puntos y dará comienzo la siguiente ronda.

Algo que sabrán los más dedicados a las cartas es que hablamos de un juego que requiere de estrategia y suerte a partes iguales. Cerrar en el momento oportuno, si pensamos que nuestro adversario no lleva una buena mano por las cartas que ha ido descartando, supondrá la gloria durante la ronda. No obstante, no podemos confiarnos en cada partida, pues los expertos en la materia son unos ases del despiste, y si no andamos con pies de plomo será frecuente ver un recuento de puntos que nos perjudica. Si ganamos, además, tendremos la opción de doblar nuestro bote con la opción doble o nada, incrementando nuestro capital si estamos en racha o perdiéndolo si la suerte no está de nuestra parte.

Chinchón, Android y el ecosistema social de PlaySpace

Como no podría ser de otra manera, el videojuego no es simplemente una adaptación, sino que está integrado dentro del formato PlaySpace, poniendo a disposición de los jugadores un buen puñado de herramientas sociales para aumentar exponencialmente la experiencia de juego. La inscripción al ecosistema es completamente gratuita, y contaremos con varias opciones de personalización iniciales que, en función de nuestro nivel de usuario, irán incrementándose. Así, funciones como ponernos una foto en el perfil, crear partidas para cuatro jugadores o conseguir potenciadores de experiencia son elementos que podremos ir adquiriendo con el dinero del juego.

Y es que, uno de los elementos más característicos de este PlaySpace es que las partidas son disputadas mediante apuestas de dinero ficticio, sin cargo de cara al jugador. Existen varias opciones para llenar nuestras arcas de oro, ya sea entrando cada día en la plataforma, aprovechando las promociones diarias, invitando a nuestros amigos o probando suerte en las diferentes ruletas. Apostar nuestro oro contra otros jugadores nos lleva a ese sano pique que nos invita a seguir jugando. Y la propuesta funciona con creces.

Por otra parte, las funciones sociales del Chinchón y los demás videojuegos de PlaySpace tienen un peso importantísimo. La creación de grupos de usuarios, chats, la posibilidad de regalar monedas a usuarios menos afortunados, las tablas de clasificación y los retos personales son conceptos que, sin duda, mantienen el ecosistema en los primeros puestos de actividad en la red gracias a la participación del usuario.

¿Queremos llegar a ser el mejor jugador del Chinchón? Podemos. Y es que la cantidad de eventos diarios que recompensan a los jugadores más dedicados del día es digna de mención, amén de la cantidad de jugadores con los que podremos interactuar. PlaySpace es la plataforma española con más usuarios en activo del momento.

Pero sin duda, lo mejor de este ecosistema gratuito es la posibilidad de llevar nuestro perfil de juego a todas partes. PlaySpace está disponible para cualquier navegador en cualquier ordenador, independientemente de su potencia. Pero, además, se estrena en Android después de su paso por iOS con aplicaciones exclusivas para cada título, llevando la diversión con nosotros en cualquier momento y respetando, como no podría ser de otra manera, nuestro progreso. Así, podemos jugar en casa una partida y llevar nuestras recompensas en el metro, el bus o las horas muertas en el trabajo.

La diversión está asegurada desde el primer momento. Sólo hace falta descargar la aplicación en Google Play e introducir nuestro usuario y contraseña -o hacerlo a través de la red social Facebook- para comenzar a disfrutar de los juegos clásicos con los que nuestros padres y abuelos disfrutaban, y todo bajo un modelo gratuito. ¿Te atreves a retar a tu abuelo a una partida?

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