Hasta hace relativamente poco, las más conocidas redes sociales estaban plagadas de videojuegos simples, pero adictivos. Cuidar una granja de animales o juntar caramelos idénticos han sido propuestas que, sin ningún tipo de duda, han brindado horas de diversión al sector del público más periférico de la industria.

La cantidad de propuestas que llegaron bajo el polémico yugo del ´free to play´ han sido, cuanto menos, abrumadoras, y quizá los jugadores más experimentados han mirado con recelo este tipo de proyectos desde entonces. Sin embargo, nos centramos en uno de esos títulos que pretenden cambiar por completo el panorama del videojuego gratuito, o, al menos, acercarlo al jugador tradicional proporcionando mecánicas de sobra conocidas por los expertos para llevar la diversión hacia un nuevo nivel en el que, si no queremos, no es necesario pasar por caja. Hablamos de 'Kings Road', la última propuesta de Rumble Games que toma como referente a una serie tan emblemática como 'Diablo' y la adereza a su gusto, proporcionándoles a los jugadores un mundo completamente nuevo para explorar, multitud de batallas por librar y un sinfín de secretos que descubrir.

Caballeros, arqueros y magos

'Kings Road' nos pone en las tierras de Alderstone, una región medieval cuyo rey ha desaparecido misteriosamente y donde las fuerzas del mal han comenzado a surgir en los territorios más pacíficos. Y aquí, precisamente, entra el jugador. De todos es sabido que el rol de corte occidental permite al jugador llevar a su personaje según su estilo de juego. En esta ocasión, las clases disponibles con las que podremos llegar a la batalla son tres: caballero, arquero o mago, cada uno con sus propias habilidades y características. Así, el caballero utilizará ataques cuerpo a cuerpo con gran fuerza y vitalidad, el arquero empleará ataques a larga distancia y el mago protagonizará encuentros mágicos para hacer frente a las amenazas del mal.

Aquí entra en juego uno de los movimientos más inteligentes de la desarrolladora a la hora de ofrecer la obra a la comunidad: su versatilidad. Y es que podremos cambiar de clase en cualquier momento interactuando con uno de los personajes que encontraremos en el pueblo, restableciendo de paso nuestras estadísticas e inventario, además de guardar todos los datos para cuando queramos volver a nuestra clase inicial. Se abren, pues, varios caminos con los que disfrutar la aventura: por una parte la especialización de nuestro personaje, que podrá llegar hasta el nivel 60 aprendiendo todas y cada una de las habilidades, o, por contra, se puede ir aumentando gradualmente cada clase para escoger la que más nos guste en cada situación.

Las primeras misiones de la aventura servirán al jugador para ir aprendiendo los conceptos básicos para atacar y utilizar las habilidades de cada personaje, asignando objetos y gestionando nuestro inventario mientras vamos salvando a algunos de los personajes que más adelante nos servirán de ayuda. Así, la primera misión desbloqueará nuestras habilidades; la segunda, la tienda; la tercera, la herrería, y así hasta completar las opciones que ofrece el pueblo, donde además podremos ir realizando transacciones, forjando nuevo equipamiento e interactuando con los demás jugadores. El control es muy sencillo. Con el ratón controlamos a nuestro personaje y la dirección de sus ataques, mientras que el teclado queda a disposición de habilidades, objetos e inventario.

Las gemas, la joya de la corona

Como todo juego gratuito que se precie, la obra brinda la posibilidad de saltarnos algunos pasos para adquirir nuevas características listas para ser utilizadas. En este caso, además del oro que obtengamos durante las misiones, el videojuego utiliza las gemas como moneda de cambio entre el dinero real y el virtual. De esta manera, y a pesar de permitirnos ir recogiendo gemas de diversa manera, cabe la posibilidad de realizar pequeñas transacciones para apoderarnos de una cantidad nada despreciable de estos elementos. Por ejemplo, durante las misiones nos encontraremos con dos tipos de cofres: normales y especiales. Mientras los primeros podremos abrirlos sin problema para recoger lo que guarde en su interior, los especiales requerirán de un número determinado de gemas para poder abrirlos y conocer su contenido. Evidentemente, cuanto mayor número de piedras preciosas sean necesarias para su apertura, mejor regalo encontraremos.

Por suerte para el jugador que esté harto de ventajas forjadas a base de micropagos, debemos romper una lanza a favor de 'Kings Road', pues el proyecto no escatima a la hora de recompensar a sus jugadores más fieles, equilibrando el conjunto sobremanera, ya que las habilidades que iremos adquiriendo se clasifican en función de su uso. Las activas, harán su papel mediante comandos numéricos, como ataques devastadores, magias e invocaciones; y las pasivas, que siempre se encuentran activas y otorgan al personaje una serie de ventajas muy interesantes, como la recuperación de maná por segundo. Por supuesto, todas las habilidades pueden ir optimizándose hasta llegar al nivel de maestría, de modo que si tenemos la intención de convertir a nuestro personaje en todo un veterano, podremos invertir una gran cantidad de horas.

A partir de aquí se abren las características del género y sus funciones sociales. En el pueblo, núcleo que sirve para descansar y organizar nuestro próximo avance, encontraremos a jugadores a los que podremos acompañar, o a la inversa. Se añaden listas de amigos, correos electrónicos y los clanes de juego. No obstante, que el videojuego funcione mediante el navegador tradicional es algo que asusta a más de uno, sobre todo a nivel técnico, pero 'Kings Road' sorprende por mantener unos gráficos que, si bien es cierto no son los más detallistas o asombrosos que podemos encontrar en una tienda, cumplen perfectamente su función e incluso sorprenderán a más de un escéptico. Los modelados tridimensionales de los personajes así como sus paisajes conforman un entorno que convence. La música, por otra parte, acompaña perfectamente, aunque se echan de menos algunas partituras más épicas y contundentes.

Conclusiones

'Kings Road' es uno de esos pocos videojuegos basado en el modelo gratuito que puede sorprender. Acerca el modelo 'free to play' a una aventura que, desde los primeros compases, divierte. La brecha entre jugadores que quieren disfrutar de la experiencia sin aportar un solo céntimo y los menos pacientes no es tan acuciada, pues con un poco de paciencia y habilidad podremos hacernos con los objetos necesarios para desbloquear los mejores elementos.

Se agradece que la desarrolladora haya mantenido cerca esta división, pues no son pocos los jugadores que se olvidan de estos títulos por el modelo de juego. Por supuesto, invitamos a cualquier jugador que lo pruebe de manera gratuita, y si el título no le convence, ni siquiera tendrá que borrarlo de su ordenador.

Lo mejor

  • Su versatilidad. Podemos cambiar de personaje en cualquier momento.
  • No escatima a la hora de recompensar a los jugadores más fieles.
  • Los gráficos cumplen e incluso pueden sorprender al más escéptico.
  • No es necesario pasar por caja.

Lo peor

  • A los jugadores más experimentados en RPG les puede resultar indiferente.
  • A la banda sonora le falta contundencia y se echan de menos partituras más épicas.

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