Juntar caramelos. Esa es la sustancia de Candy Crush Saga, uno de los juegos para móvil más populares. Aparentemente, una diversión demasiado simple para explicar el éxito arrollador de esta app gratuita, que en 2013 fue la más demandada en los dispositivos de Apple, y este año, a pesar del inevitable desgaste, sigue copando las primeras posiciones de las listas de descargas en Apple y AppleAndroid.

Vaciar la pantalla de golosinas de llamativos colores en puzles infinitos es el objetivo de los usuarios del juego, que se multiplica hasta en cientos de tableros, uno por cada nivel del desafío. Actualmente, Candy Crush Saga consta de 560 niveles, aunque se actualiza constantemente.

Millones de personas se han enganchado al mecanismo de este pasatiempo, que se lanzó en 2012 en Facebook. Se calcula que unos 150 millones de usuarios diferentes se dedican cada mes a juntar los caramelos de Candy Crush, una gran parte de ellos en sus smartphones, que han multiplicado el alcance de este adictivo juego. Cincuenta y cuatro millones lo hacen a diario. En total, unas 500 millones de personas han jugado a Candy Crush Saga alguna vez.

El juego no deja de ser una variación de propuestas anteriores de 'conecta 3', como 'Bejeweled', en el que los usuarios encadenaban diamantes en lugar de caramelos. Intercambiando las posiciones de las golosinas para crear grupos de tres del mismo color se consigue hacer desaparecer los caramelos conectados, de forma que los que están por encima caen en el espacio que han dejado los anteriores, permitiendo así vaciar la pantalla, el objetivo final.

El jugador de Candy Crush Saga tiene cinco vidas. Si no cumple con los objetivos predeterminados, las perderá, de una en una. Pasada media hora, estas vidas serán restituidas, aunque los usuarios pueden recuperarlas pidiéndolas a sus amigos de Facebook o, directamente, comprándolas.

Para la compañía King.com, la firma que creó el juego, Candy Crush Saga se ha convertido en un auténtico filón. Pese a que su descarga es gratuita, la aplicación ofrece a sus usuarios la posibilidad de comprar determinados favores, como desbloquear nuevos niveles o recuperar vidas sin tener que esperar. Estas acciones se realizan mediante micropagos de menos de dos euros -menos de un euro en el caso de las vidas-, pero que podrían estar reportando en torno unos 200 millones al año a King.com. Unos resultados que, incluso, han empujado a la empresa a saltar a la bolsa, aunque su estreno, el pasado mes de marzo, resultó peor de lo esperado.

En cualquier caso, su éxito es incontestable. Estas son algunas de las razones:

Facebook

Candy Crush Saga nació en Facebook, lo que le proporcionó una gran proyección social en la Red. Enseguida, el juego se convirtió en un fenómeno viral. El envío de invitaciones a los contactos y la posibilidad de interactuar con otros usuarios favoreció su expansión en uno de los mejores momentos de la red social.

Generalización de smartphones y tablets

La promoción del Candy Crush Saga no sólo coincidió con un momento ideal para su difusión en Facebook, sino que ha podido engancharse a las potencialidades de móviles y tablets en el momento de mayor crecimiento de este tipo de dispositivos, ideales para este tipo de pasatiempos. La posibilidad de jugar en cualquier momento y con una sola mano ha sido uno de los factores clave.

Sencillez

No hace falta ser un experto en juegos para divertirse desde el primer momento. Prácticamente cualquier usuario puede disfrutar de la aplicación, tanto en Facebook como en su smartphone o tablet. El mecanismo del juego es sencillo. Aunque se va complicando a medida que se avanza en los niveles, el usuario tiene pronto la sensación de que avanza, debido a la gran cantidad de niveles de que consta, lo que podría reforzar su confianza, mientras fortalece además sus destrezas para los nuevos desafíos.

Vertiente social

En la posibilidad de prestarse vidas entre usuarios o de compartir los resultados reside su vertiente social, una de las cuestiones fundamentales para el triunfo de este tipo de aplicaciones.

Desarrollo

El juego no ha dejado de actualizarse, ampliando continuamente su número de niveles. Esto supone un nuevo desafío más para los usuarios que quieren llegar hasta el final, que deberán dedicar un poco más de su tiempo a la aplicación.

Ansiedad lúdica

Como tantos otros juegos, Candy Crush Saga engancha al usuario creando cierta ansiedad cuando no se superan los niveles. Esta sensación lleva al jugador a insistir en su empeño hasta conseguir liberarse de ella.

Vidas infinitas

El juego no finaliza cuando el usuario pierde un número determinado de vidas, como ocurre en otros casos, sino que ya que estas se recuperan media hora después de perderlas, lo que permite retomar el desafío continuamente.

Pagos

Ante la frustración de ser incapaces de superar alguno de los niveles, Candy Crush Saga ofrece una posibilidad que no existe en otros pasatiempos similares: pagar por saltárselo, lo que permite al juego evitar abandonos de usuarios desesperados.