La tecnología y la moda no tienen por qué estar reñidas. En los últimos años varios investigadores han desarrollado prendas inteligentes capaces de interactuar y hacer la vida más fácil a las personas que las llevan.

Ropa que cambia de color, prendas que vigilan la salud o camisetas que repelen el agua son algunas de las prendas que podríamos ver en los escaparates en los próximos años gracias a los últimos avances tecnológicos.

Prendas que cambian de color

Hace dos años la compañía lituana iShüu Tech creó unos zapatos inteligentes capaces de cambiar de color. Se trata de unos elegantes stilettos hechos de cuero y de unos "paneles" electrónicos que se conectan por Bluetooth a una aplicación del móvil desde la que controlas el color.

Ropa que no se mancha

A diferencia de la ropa impermeable, Silic creó la primera camiseta que repele el agua y el resto de líquidos. Su creador, un joven de 21 años llamado Aamir Patel, explicó que la tecnología que utiliza no es peligrosa ya que emplea sílice, un material natural que se utiliza en la producción de cemento.

E-bra, el corpiño que vigila el corazón

Hace ya cinco años que científicos de la Universidad de Arkansas crearon el E-bra, un corpiño capaz de monitorear el ritmo cardíaco de las personas que lo llevan. Este sistema se puede integrar en el sujetador de las mujeres o en el chaleco de los hombres y permite vigilar el estado del paciente independientemente de dónde se encuentre.Ropa en spray con firma española

El diseñador y químico español Manel Torres desarrolló una tecnología que permite pintar directamente las prendas sobre el cuerpo con un spray. Esta idea es además muy ecológica ya que una vez utilizada la ropa se puede disolver completamente en agua. En los últimos años esta tecnología ha traspasado las fronteras de la moda y ha llegado a la medicina, donde se ha utilizado para crear vendajes e incluso parches de nicotina.

Calcetines que curan las heridas

La empresa de ropa deportiva Lurbel aseguró haber diseñado unos calcetines que ayudan a regenerar las heridas y promover la coagulación. Además, favorecen la evaporación del sudor, protegiendo al pie de las bacterias y de las posibles futuras infecciones.