Internet se ha convertido en un gran centro comercial donde actualmente están expuestas miles y miles de marcas y productos y donde cada vez son más los usuarios que entran a comprar. La comodidad que supone no moverte de casa, abrir el ordenador y entrar en la web de tu tienda favorita para ver las últimas novedades en la sección de calzado es algo que increíble, algo, que sin duda, no tiene precio. Pero muchas veces pecamos y pagamos esa comodidad por inocentes, o simplemente por no fijarnos donde estamos comprando.

Precisamente porque cada vez somos más los que realizamos pedidos a través de la Red, hay que tener especial cuidado con dónde introducimos nuestros datos bancarios. No está demás recordar que en la Web existen riesgos y hay que poner en alerta todos nuestros sentidos para evitar dolores de cabeza futuros.

Comprar por Internet nos ahorra tiempo -incluso gasolina-, pero tiene sus peligros, no todos los sitios son seguros y como usuarios debemos aprender a identificarlos para que no nos den gato por liebre.

No te fíes de precios atractivos o gangas

Las gangas no existen; tampoco en Internet. Si ves que un producto de calidad o de marca está a un precio demasiado atractivo algo habrá detrás. ¿Un timo? No nos queda otra que desconfiar y volver a desconfiar. Lo más probable es que se trate de un fraude.

Si queremos asegurarnos tendremos que buscar referencias del vendedor. Si la oferta es de una tienda importante y conocida entonces lo más probable es que la oferta sea cierta o se trata de un error. En cualquier caso nuestro consejo es que seas lo más precavido posible y evites ser víctima de una estafa. Como dice el dicho, nadie da duros a cuatro pesetas.

Comprueba que la web es segura

Si entras en una página web debes comprobar que esta es segura, sobre todo si además tienes intención de comprar algo a través de ella y vas a introducir tus datos bancarios. Para saber si un sitio web es seguro deberemos fijarnos si su dirección electrónica es http:// o https://, es decir, que tenga la “s” después de la “p” será lo que nos indique que es un servidor seguro. Además de esto, en la parte inferior derecha o izquierda del navegador nos tendrá que aparecer un candado amarillo cerrado. Al hacer doble clic sobre el candado o la llave, aparecerá información sobre el certificado de seguridad del sitio. Esto es fundamental.

Infórmate sobre la empresa vendedora

Antes de mirar siquiera los artículos a comprar deberías asegurarte también de que en la web aparecen debidamente especificados los datos de la empresa como la identidad y la dirección, su política de privacidad, condiciones de compra y el servicio que ofrece (si incluye coste del transporte, las formas de pago disponibles, opciones de entrega, información sobre el documento de desistimiento, etc.)

Mira la política de devoluciones

Algo que como consumidor nos preocupa y sobre todo como consumidor “a distancia” es la política de devoluciones. Algunas compras por Internet nos pueden salir rana -una talla más grande de lo debido, un color que no nos gusta, un producto que parecía otro en la web, etc.- por eso es fundamental saber si el sitio en el que hemos hecho las compras nos permite devolver los pedidos realizados. Muchas veces lo damos por hecho, y el tiro nos puede salir por la culata, así que asegúrate, porque cada empresa es un mundo.

Es una de nuestras principales recomendaciones. Antes de comprar cualquier cosa infórmate sobre la devolución de los productos. Puede haber mil y una condiciones: ¿te cobrarán por devolver los productos?, ¿quién tendrá que pagar el envío de la devolución?, ¿cuánto tiempo tendrás para hacer la devolución?, ¿podrás devolver el producto una vez abierto?, etc.

Investiga las condiciones de entrega

Otras de las cosas que debes conocer son las condiciones de entrega de los productos. Estas deben de estar especificadas en la web de la marca y durante el proceso de compra. Según señala la Asociación de Internautas, el plazo máximo de entrega de un producto comprado a través de Internet es de 30 días.

En caso de que el vendedor no pueda cumplir con el período prometido, deberá notificarlo y es en ese momento cuando el consumidor tiene que decidir si desiste sin coste adicional. Si es así el vendedor tiene que devolverle el dinero.

Consulta las opciones de cancelación

También es importante conocer si la página web da opción al consumidor a cancelar el pedido durante un tiempo concreto una vez iniciada la compra. Puede ocurrir que después de haber aceptado una compra, minutos después, nos arrepintamos o, simplemente, buscando en otra web encontremos el mismo producto a mejor precio. En ese momento si tuviésemos la posibilidad de cancelar nuestro pedido en marcha podríamos ahorrarnos quizás unos euros, o tiempo, para no tener que esperar a que nos llegue el producto y hacer todo el proceso de devolución.

Si bien hay empresas que no cuentan con esta opción también hay otras muchas que sí se la ofrecen a sus clientes, así que nuestra recomendación es que te informes bien de todo lo que te ofrece el sitio donde compres para así estar prevenido ante cualquier circunstancia.

Todos tenemos derecho de desistimiento

Aunque muchos consumidores no lo saben, todos tenemos derecho de desistimiento, es decir, podemos devolver un producto a la web donde lo hemos comprado si no estamos de acuerdo con lo que nos han enviado, aunque en el sitio no admitan devoluciones como tal. Para ejercer ese derecho debemos ponernos en contacto con la empresa y comunicarles nuestro deseo de devolverles el producto acogiéndonos a este derecho y solicitando un nombre y una dirección postal para devolver el producto.

El derecho de desistimiento no puede implicar la imposición de penalidad alguna, si bien podrá exigirse al comprador que se haga cargo del coste directo de devolución del producto al vendedor.

Una vez recibamos respuesta con la dirección deberemos realizar el envío. La compañía debe devolver las cantidades abonadas en el plazo máximo de 14 días naturales desde que conozca el ejercicio de este derecho. El derecho de desistimiento tiene más flecos importantes. Es esencial como consumidor conocer que tenemos este derecho y que podemos ejercerlo en estos casos.

Busca códigos descuento o cupones

Hay que tener cuidado con los cupones y descuentos que a veces aparecen en la Red, pero otros son reales y podemos aprovecharlos. Muchos 'influencers', por ejemplo, ponen en sus redes sociales cupones con un 10, 20, 25 por ciento de descuento en productos como ropa, cosméticos, perfumes o alimentación para sus seguidores que pueden venir muy bien en un momento dado.

Otra forma de encontrar cupones es buscar directamente en en el buscador de Google por el nombre de la tienda en donde quieres comprar seguido de 'código descuento' o 'cupón'. Siempre puedes encontrar alguno, aunque sea pequeño -menos es nada-. La tercera opción es instalar un 'plug-in' en tu navegador para que encuentre los códigos descuento por ti. Honey es un buen ejemplo.

Verifica el estado del paquete

Cuando te llegue el paquete a casa con los productos comprados comprueba que el envoltorio está en buenas condiciones, que no presenta daños visibles o golpes, ya que tu pedido puede haber llegado en mal estado debido a esos percances en el proceso de envío.

Debes saber que tus compras por Internet están protegidas por las mismas garantías que cualquier producto comprado en una tienda física, por lo tanto, si ves que el paquete no está en buen estado, tendrás la opción de firmar el acuse de recibo del mensajero dejando constancia escrita de que presenta daños exteriores visibles y podrás devolverlo indicando el motivo.

Los pedidos realizados 'online' deben venir acompañados de información escrita donde consten los datos del pedido, una factura o comprobante de compra del mismo, la garantía (si tuviese), así como hojas de devolución con la dirección del establecimiento.

Recuerda que también te será muy práctico usar solo una tarjeta para hacer compras 'online'. De esta manera sabrás siempre con qué tarjeta realizas los pagos a través de Internet y no habrá posibilidad de errores. Esto también es importante en lo que respecta a nuestros datos personales. Debes ser consciente dónde introduces tus datos bancarios y qué uso hacen de ellos las webs a las que se los cedes.