Con un toque retro, muy en la línea de los RPG's de la mítica Super Nintendo, Stardew Valley nos recuerda, de forma irremediable, al no menos memorable Harvest Moon, aunque la complejidad de este nuevo título es considerablemente mayor, algo muy necesario en el mercado actual, en el que los jugadores somos más exigentes.
Fusión de géneros
En este tipo de títulos la gracia suele residir en la originalidad y eso es algo que le sobra a este juego en el que tendremos que recolectar y combinar objetos para crear nuevas herramientas, como en Minecraft o Terraria. También tendremos ocasión de relajarnos pescando o charlando tranquilamente con el resto de los habitantes, igual que haríamos en Animal Crossing.
La vida en la granja
Además del propio trabajo de recoger la cosecha y de cuidar a los animales, este juego nos ofrece mucho más, ya que se trata de una experiencia compleja y enriquecedora. Para empezar, el pueblecito en que se desarrolla la historia lo habitan un total de 30 personajes no jugables, que cuentan con sus propios horarios, rutinas, trabajos y cumpleaños, lo que hará tremendamente interesante el interactuar con ellos ya que, además, tienen diferentes diálogos para cada día del año, lo que nos obligará a interactuar con ellos habitualmente si queremos descubrir la historia de cada uno.
Aunque se trate de un juego de carácter relajado, también tiene reservada una buena dosis de acción para aquellos jugadores aventureros que estén dispuestos a adentrarse en las peligrosas minas, cuevas y alcantarillas que encierran en sus entrañas tantos misterios como enemigos.
Uno de los detalles más curiosos de todo este proyecto lo han protagonizado los propios usuarios, quienes han arropado con tanto cariño al juego que incluso se han ofrecido a pagar las copias pirateadas por aquellos que no se lo podían permitir. Algo un tanto inusual pero que, a la vez, demuestra el papel tan importante que juegan las comunidades en estas situaciones.
Durante los últimos años hemos podido ver cómo los juegos independientes o «indies» se han ganado el respeto tanto de los jugadores como de la prensa especializada al ofrecer propuestas originales que se alejan de las típicas secuelas y «refritos» que tanto nos han llegado a aburrir a lo largo de los años. Y es que el mercado de los videojuegos ha demostrado alcanzar un nuevo nivel de madurez al apoyar este tipo de proyectos que suplen la falta de medios con grandísimas dosis de cariño e imaginación que es lo que le da ese acabado final tan especial que tanto nos gusta a los jugadores.
