La irrupción en el mercado de plataformas sencillas para crear tiendas online permite que cada vez más emprendedores puedan aprovechar el potencial de Internet como canal de ventas

Las compras online por Navidad no están reservadas únicamente para gigantes como Amazon o Inditex. Cada vez más, emprendedores de todos los sectores se suman al comercio 2.0 para ofrecer sus productos en la red, bien aquellos que también pueden adquirirse en sus tiendas físicas o bien aquellos que sólo forman parte de un negocio cien por cien digital.

Las ventas por internet se dispararon en las Navidades de 2014 un 20%, según la patronal del sector, Adigital, llegando a un volumen de negocio de 2.500 millones de euros en España. En todo el ejercicio, la venta por internet alcanzó los 16.000 millones y se espera que esta cifra sea mayor en 2015 debido a un perceptible repunte del consumo y al auge de Internet como canal de ventas.

El consumidor encuentra en Internet lo que quiere más rápido, más fácil, cuando quiere, sin horarios y a mejor precio, por lo que el ecommerce se convierte en una tendencia de compra práctica y útil que cada vez genera más adeptos. Y esto el pequeño emprendedor también lo sabe, pero: ¿cómo crear una tienda online profesional, sencilla para el usuario y para el propio emprendedor sin volverse loco?

Magento o Prestashop son las plataformas de comercio electrónico más populares, pero requieren una cierta inversión en tiempo y dinero ya que son más complejas. Son más recomendadas para tiendas online de tamaño mediano o grande, pero no suelen ser las más indicadas para empezar de cero, si lo que se quiere es primero testear el negocio. Para utilizarlas, se suelen recurrir a terceros porque para su creación y gestión es necesario tener conocimientos técnicos de programación, una de las grandes barreras para nuevos emprendedores o pequeños comerciantes que, con todo, no quieren renunciar a vender sus productos a través de internet.

Junto a estas opciones, existen otros plataformas de ecommerce que están permitiendo la apertura de tiendas virtuales profesionales de una forma más sencilla, rápida y barata para comerciantes con pequeños proyectos. Un ejemplo de estas nuevas plataformas es Shopify. Su principal ventaja radica en que su uso es muy sencillo y no es necesario tener conocimientos de programación para poder utilizarla, algo que las clásicas empresas de software para venta online no resuelven del todo.

En conclusión, será el análisis de cada proyecto online lo que determine la plataforma de ecommerce más adecuada, pero no hay que descartar nuevas alternativas más sencillas a un precio asequible en el mercado para poder formar parte de la avenida comercial más grande del mundo por Navidad: la red.