Twitter empieza a sustituir al patio de vecinos y a la fotocopiadora de la oficina como lugar para comentar los contenidos televisivos: los usuarios ya no esperan a que termine un programa para hablar de él, quieren hacerlo en tiempo real y con una segunda pantalla: la del "smartphone", la tableta o el portátil.

"¿Quieren los televidentes una experiencia interactiva al mismo tiempo que ven la televisión? Después de muchas décadas de debate podemos finalmente concluir que sí. Y la están creando ellos mismos en Twitter", explica la red social en su página web.

En España, la fiebre por convertir Twitter en una segunda pantalla empezó a despuntar en 2010 con el estreno de la polémica serie de Telecinco sobre los príncipes de Asturias, "Felipe y Letizia". Desde entonces el ascenso ha sido imparable.

Siguiendo el consejo de Twitter de tomar ventaja del debate -porque los comentarios se van a producir con o sin ellas-, una gran representación de las personalidades televisivas de España se ha unido a la red de "microblogging".

El abanico abarca desde Vicente Vallés a Belén Esteban y cuenta con Berto Romero, Ana Pastor, Raquel Sánchez-Silva o Jordi González.

Semana tras semana, los tuiteros españoles consiguen que ciertos programas se conviertan en "trending topic" mundial.

"Salvados", el espacio de Jordi Évole, ha tenido mucho éxito a la hora de captar la atención de los usuarios de Twitter, pero existen muchos otros: la serie biográfica sobre Isabel Pantoja y el programa de telerrealidad "¿Quién quiere casarse con mi hijo?" son objeto del humor y la acidez de los tuiteros.

Para la presentadora de "Espejo Público", Susanna Griso, Twitter sirve de indicador de los temas que suscitan más interés en la audiencia. "Lo que más me gusta de Twitter es esa libertad con la que todo el mundo puede entrar a opinar sobre lo que tú has dicho", ha indicado Griso a Efe.

Pese a que recibe "muchos cariños" y no le dan "mucha caña", la periodista reconoce que le gusta "incendiar algún fuego" y dejar su "impronta personal" en esta red, una herramienta tan "adictiva" como para usarla incluso durante las pausas publicitarias.

Juanma Castaño tampoco le va a la zaga en eso de tuitear mientras trabaja, aunque reivindica el carácter personal de sus aportaciones: "No soy muy corporativo. A mis empresas seguro que les gustaría que hiciera algo más, pero mi Twitter es mío".

Intenta no dejarse arrastrar por las opiniones tuiteras: "No te puedes creer todo lo que sale ahí porque al final acabas haciendo un programa en función de lo que creen los tuiteros, no de lo que crees tú". (...) La experiencia me dice que la gente en Twitter puede ir por un sitio y la realidad, por otro", ha aseverado.

Por contra, la humorista Eva Hache, presentadora de "El Club de la Comedia", considera que esta red de "microblogging" le ayuda a "crecer, a mejorar y a cribar" su trabajo.

"Saber lo que piensa el público con ese carácter de libertad e inmediatez es muy muy valioso", ha apuntado Hache.

Aun cuando recibió amenazas a través de esta red, cree que es "mucho más valiosa que peligrosa": "Como figura más o menos pública, estás sujeto a halagos, críticas, insultos y amenazas, el riesgo es ser demasiado susceptible y tomarse a pecho cada palabra que alguien ha escrito escudándose en el anonimato. Pero eso depende del grado de sufrimiento que cada uno quiera poner".

La conexión de la red de "microblogging" y la televisión es tan clara que hasta Twitter ha publicado una guía de "buenas prácticas" para que los productores y presentadores puedan sacarle partido al ruido que se genera en torno a su trabajo.

Entre los consejos, se recomienda publicitar en pantalla el nombre que el presentador tiene en Twitter y proponer etiquetas o "hashtags" para hablar del programa, tener un estilo original, entablar diálogo, tuitear durante la emisión y dar detalles de lo que pasa detrás de las cámaras.

Así, sostiene la compañía tecnológica, se incrementa y hace fiel la audiencia.