El trabajo, publicado en The Journal of Clinical Investigation, se ha llevado a cabo en varios centros de investigación de los Estados Unidos con la participación del investigador del CSIC Alfredo Martínez.

La investigación, que se ha realizado en cánceres de pulmón, estómago, colon, mama, testículo, útero y ovario, constata que el gen AHRR (Represor del Receptor de Hidrocarburos de Arilo); reduce la capacidad de las células tumorales para actuar sobre el organismo.

Los genes que controlan el crecimiento celular se pueden agrupar en dos categorías: los oncogenes, que aumentan las facetas pro-tumorales, y los supresores, que tienen el efecto contrario.

Para Martínez, el conocimiento de estos procesos es "fundamental" para entender cómo se desarrolla un tumor y diseñar nuevos tratamientos.

En niveles normales, explica, los oncogenes y los supresores actúan en la reparación y mantenimiento del organismo pero cuando hay una activación excesiva de los oncogenes o una reducción de los supresores, "comienza a desarrollarse un cáncer".

La investigación ha demostrado que cuando se reduce en tejidos vivos el nivel del gen AHRR, las células adquieren características tumorales, mientras que si se aumenta en células tumorales, ven reducida su capacidad de crecer, conclusión que permite incluir el AHRR en el grupo de genes supresores de tumores.

De acuerdo con las conclusiones del estudio, el gen AHRR actúa como represor del oncogén AHR (Receptor de Hidrocarburos de Arilo);, una molécula que responde a contaminantes ambientales como los benzopirenos, dioxinas o algunos componentes del humo del tabaco, cuyo papel en el desarrollo tumoral ha sido ampliamente demostrado.

Martínez concluye además que el gen recientemente identificado está localizado en el brazo corto del cromosoma 5, una zona que se pierde en las células cancerosas, lo que hacía suponer que contenía al menos un gen supresor de tumores, con lo que "la caracterización del AHRR confirma esta teoría".

Alfredo Martínez (Logroño, 1962); es licenciado en Biología y doctorado en Biología Celular por la Universidad de Navarra.

Tras varios años en los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, en 2004 se incorporó al Instituto Cajal (CSIC);, donde investiga la isquemia cerebral y tumores del sistema nervioso central.