Lloran, no quieren dormir cuando están solos, y no hacen más que reclamar estar en brazos a todas horas. Lo que supone un calvario para muchas madres no es más que una conducta normal y natural para Carlos González, pediatra y experto en lactancia materna que ayer dio una conferencia en el claustro del Castell d'Alaquàs, en Valencia.

"Subidos encima de mamá, en sus brazos, descubrimos el mundo", explicó González, que empezó su exposición ante 350 asistentes la mayoría madres con sus bebés, y algún padre, recordando que los humanos son el único ser vivo que durante años depende totalmente de su madre. Además, también desmontó algunos tópicos.

Por ejemplo, el pediatra dijo que dormir en la misma cama, dar el pecho durante varios meses o coger en brazos a los pequeños no aumenta su dependencia respecto a su madre, pues todos los bebés "son total y absolutamente dependientes y no se pueden hacer más".

El lloro en los niños y niñas, cuando no se debe al hambre o a un dolor es por temor al abandono y por sentimiento de vulnerabilidad, explicó. "No saben que no van a ser abandonados, por eso lloran; si lo supieran y lo entendieran, no llorarían", apuntó. Es por esto por lo que instó a las madres a verlo como el mayor acto de amor posible. "Es amor puro y desinteresado: te quiere, y cuando está contigo es feliz", dijo, y preguntó a las madres presentes si prefieren que sus hijos solo lloren por hambre o dolor, y las ignoren cuando no les pasa nada.

Por esto, descartó teorías como las que dictaminan que es bueno dejar llorar a los niños y lo comparó con las lágrimas en una persona adulta. "No te sientes mejor cuando lloras, te sientes mejor cuando te consuelan", aseguró. Asimismo, afirmó que coger a los hijos en brazos no afecta a su desarrollo y aprendizaje, pues hay habilidades como el caminar, que se deben a una cuestión de edad y madurez.

"No va a caminar mejor porque le lleves a rastras ni peor porque lo cojas en brazos", declaró. En cambio, en un momento de su charla, Carlos González sí apuntó que tras una mala relación con la madre (que en la mayoría de casos es la primera persona con la que se tiene una relación de apego) "es más fácil acumular malas relaciones a lo largo de la vida".

"En Occidente deberíamos preocuparnos de ser la única cultura de la historia que cría a sus hijos de una manera diferente", apostilló, en referencia a que las madres cada vez pasan menos tiempo con sus bebés.

"Una birria" de permiso laboral

Carlos González explicó que "falla la vida que nos hemos organizado". "Por una parte parece que vivimos más que antes, pero ahora resulta que no tenemos tiempo ni recursos para lo más importante: nuestros hijos", se quejó. Además, también se lamentó de que la maternidad y la paternidad se retrasen. "Si no puedes con 20, con 30 años tienes más responsabilidades", afirmó y añadió que "nadie explica a los jóvenes que tener hijos es importante".

En cuanto a la conciliación laboral, apuntó que el permiso de maternidad que hay en España "es una birria; está a la cola de Europa", y no existen políticas para incentivar la natalidad: "con la reducción de jornada te reducen el sueldo", mientras en otros países lo cobran íntegro.

Carlos González, preside la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna, es miembro del Consejo de Asesores de Salud de la Leche League International y es asesor de la Iniciativa Hospital de los Niños (Unicef). Ayer, estuvo en Alaquàs invitado por Criant Alaquàs, una asociación de madres jóvenes que se unieron para compartir dudas, temores, alegrías y experiencias en la crianza. Al acto asistió la alcaldesa, la socialista Elvira García.