Los dermatólogos coinciden en que el agua de las piscinas no favorece la aparición de hongos en la piel, pero sí la humedad y el calor, dos factores climatológicos que constituyen un ambiente ideal para la micosis.

Por eso se puede considerar como "una patología de verano", asegura en declaraciones a Efe, el doctor Agustín Alomar, profesor del Instituto Universitario Quirón Dexeus de Barcelona y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

"Es como si los hongos estuvieran en Miami", bromea este dermatólogo. Y es que aunque posiblemente el hongo se tenga desde hace meses, los síntomas se manifiestan con los primeros calores, razón por la que se les relaciona con las piscinas de verano.

La principal infección por hongos es el llamado "Pie de atleta", que suele contagiarse en las duchas de piscinas públicas y clubes deportivos, y que se manifiesta entre el tercer y cuarto espacio interdigital.

"Estos espacios son muy cerrados y suelen estar húmedos, por lo que tienen tendencia a la maceración de la queratina propia de la planta del pie, de la que se alimentan los hongos", explica el doctor Alomar.

Existe una predisposición personal a tener este tipo de hongos, aunque se desconoce cuál es, pero sí se sabe que afectan más a hombres que a mujeres, lo que este dermatólogo achaca al hecho de que los varones usen calzado cerrado y suden más. Y como curiosidad, estos hongos sólo aparecen en uno de los pies.

Usar chanclas y secarse bien los pies, especialmente entre los dedos, son algunas de las recomendaciones para evitar el pie de atleta.

Una vez que se tienen, hay que tratarlos con un fungicida, que se debe aplicar no solo en el pie sino también el interior del calzado, ya que en muchas ocasiones queda "contaminado", y en él el hongo encuentra un hábitat propicio para mantenerse, señala este especialista.

También con el calor empieza a "florecer" la pitiriasis versicolor, los conocidos como "hongos de la playa". Se manifiesta con unas manchas de color pardo-rojizo en el cuerpo, normalmente en el cuello y la espalda, que son asintomáticas (no pican ni molestan), y que cuando se exponen al sol se vuelven blancas.

El doctor Alomar recuerda que hace unos años el tratamiento para estos hongos era "engorroso" a base de pomada, pero en la actualidad se combaten con una pastilla semanal. En menos de un mes han desaparecido.

La combinación de calor y humedad favorece también la aparición de la tiña inguinal, una erupción cutánea en la ingle causada por un hongo, que puede crecer si se lleva la ropa ajustada y húmeda.

Aunque las piscinas no favorecen la micosis sí son un caldo de cultivo para determinados virus, especialmente las que están cubiertas, en las que el ambiente húmedo y caldeado propicia su transmisión.

Una de las enfermedades más frecuentes es la denominada 'molluscum contagiosum', causada por un poxvirus. Se trata de unas pequeñas verrugas en forma de cúpula que afectan a entre un 40 y 50 % de los niños en algún momento de su vida.

También piscinas y duchas colectivas son responsables de la transmisión de las verrugas plantares, causadas por el virus del papiloma humano, "que encuentra una queratina donde establecerse", explica el doctor Alomar.