Un grupo de expertos en técnicas para tratar a deportistas de elite, pensadas para personas que a diario experimentan un alto desgaste y rendimiento, aplicará sus conocimientos para la recuperación de enfermos del corazón.

El doctor Oriol Rodríguez, con una larga trayectoria en el área cardiológica del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol y que está al frente de la nueva Unidad de Cardiología de Creu Blanca de Barcelona, ha desgranado, en una entrevista con Efe, este "cambio revolucionario" en la manera de tratar a los pacientes cardíacos.

"Hemos escogido a un equipo de 22 especialistas acostumbrados a tratar a deportistas de elite, jugadores de primera división de fútbol y atletas que suelen buscar el 150 % de su capacidad, y que requieren de una exactitud cardíaca incuestionable y controlada al milímetro", ha comentado.

Con esta línea de trabajo, ha subrayado, se ha conformado una unidad "capaz de aportar excelencia en el área clínica, con los últimos avances tecnológicos y con un mimado proceso terapéutico".

"Disponemos de un equipo humano especialmente entrenado en pacientes que no muestran a simple vista síntomas de enfermedad y el objetivo es arrojar luz al proceso que hace que el atleta fracase en un momento determinado en su actividad. Le va la vida en ello", ha enfatizado.

El resultado de esta experiencia, ha pormenorizado el cardiólogo, es lograr que personas con afecciones cardiovasculares logren también su máximo rendimiento sin correr riesgos, en una unidad "pensada para cuerpos que a diario experimentan un alto desgaste y rendimiento".

La mayoría de pacientes que han sufrido un infarto, y han sobrevivido, afrontan con miedo una etapa en que les invade un pánico consistente en no querer forzar el corazón mediante la práctica de ninguna actividad física.

"Al centrarnos en una dinámica basada en la experiencia que nos da la Medicina del Deporte hemos conformado una unidad que hace especial énfasis en la prevención mediante sistemas de diagnosis de última generación, que suelen ser a la vez no invasivos e inmediatos, alejándonos de sistemas menos fiables", ha expuesto.

El experto ha comentado que "la prevención es fundamental" porque cualquier pequeño síntoma puede ocultar algo mucho más grave que, en un determinado momento, haga fracasar el sistema coronario.

"Para pacientes que vienen con pequeños síntomas, molestias o desfallecimientos que nos hagan sospechar de un problema cardiovascular ponemos a su disposición una batería de pruebas que permiten ver literalmente cada milímetro de su sistema circulatorio y cardiovascular", ha argumentado.

Esto permite "desvelar válvulas que no funcionan adecuadamente, problemas ventriculares y otros que pueden generar una crisis al esforzar más de la cuenta el músculo cardíaco", ha dicho Rodríguez.

Ha hecho hincapié en que el ejercicio es fundamental en la rehabilitación de los pacientes con cualquier tipo de cardiopatía, incluso entre los que han sufrido infartos, siempre bajo la supervisión de especialistas.

Las principales ventajas de la realización de una actividad deportiva vigilada en los afectados son el control de la tensión arterial, de los niveles de colesterol y de glucosa.

Ayuda además a bajar y controlar el peso, disminuye la formación de coágulos sanguíneos y aumenta la capacidad para disolverlos, mejorando la forma física y la tolerancia al ejercicio.

El deporte hace que el corazón "funcione mejor": reduce el número de latidos por minuto, favorece su contracción, desarrolla "nuevas arterias" y reduce las arritmias. Es también muy beneficioso para la salud psicológica al combatir la ansiedad, el estrés y la depresión.

Todo ello, ha concluido Rodríguez, genera una mayor la calidad de vida, reduce las recaídas por enfermedad cardiovascular y, por supuesto, la mortalidad.

El doctor ha insistido en que antes de iniciar la práctica deportiva después del infarto, es necesario consultar a un experto sobre los ejercicios más adecuados y con qué intensidad practicarlos.