Las primeras lentes de contacto del mundo que protegen frente a la fototoxicidad producida por la luz violeta y azul y previenen la degeneración de macular de la retina, fruto de una investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), están ya disponibles en el mercado.

Estas lentes de contacto son el resultado de casi 13 años de investigación llevada a cabo por un equipo, dirigido por la profesora Celia Sánchez-Ramos, quien ha explicado que el trabajo partió de una premisa: "La luz que nos rodea es mucha o muchísima; de hecho, estamos expuestos durante 5.500 horas al año".

En la presentación oficial de estas lentes de contacto (CSR), el vicerrector de Relaciones Institucionales y Relaciones Internacionales de la UCM, Andrés Arias, ha destacado que se trata de las primeras con certificado de seguridad retiniano que se fabrican en el mundo.

Por su parte, la doctora Sánchez-Ramos ha incidido en que la cantidad de luz es cada vez mayor, pues a la luz natural y la iluminación artificial, hay que sumar la que emiten dispositivos como teléfonos móviles, tabletas y ordenadores.

Aunque el sistema visual humano tiene métodos fisiológicos de protección "no les hemos dado tiempo, ya que la tecnología ha ido muchísimo más rápido que la capacidad del sistema humano para adaptarse".

La profesora Sánchez-Ramos ha señalado que con esta investigación se da "un paso más para reducir la cantidad de una banda de la luz" pues no todas son igual de energéticas.

De hecho, las bandas del azul y el violeta son diez veces más energéticas y sobre ellas se ha actuado.

Para ello, a la característica principal de las lentillas que es compensar un defecto óptico (miopía, astigmatismo o hipermetropía) se le ha añadido una función protectora mediante "una especie de filtro" que actúa de barrera para que la luz que daña no llegue al fondo del ojo.

"Es decir, transformamos una luz que puede tener la calidad mejor o peor en una luz de mucha mejor calidad, solo poniéndonos las lentes", ha señalado Sánchez-Ramos.

El director técnico de Servilens, empresa que comercializa las lentillas, ha precisado que, además de la protección, estas lentes de contacto tienen el valor añadido de prevención de la degeneración macular.

Estarán disponibles en más de 40.000 tipos de lentes diferentes, no solo las que corrigen defectos, sino también en aquellas que no tienen graduación.

La profesora Sánchez-Ramos ha insistido en que la retina no se regenera y ha insistido en la importancia de cuidar los ojos porque "son para toda la vida".