Rosmary Romero es diplomada en Educación Social y especialista en estimulación mental y memoria. En su centro, en Las Palmas de Gran Canaria, imparte cursos en los que ayuda tanto a niños como a personas mayores y enfermos de alzheimer. Sus terapias son grupales para fomentar la sociabilidad, y en ellas elabora ejercicios para favorecer la psicomotricidad y la atención. Según Romero, no hay mejor vitamina para el cerebro que la relajación y el cambio de rutinas.

-¿Qué perfil es con el que más trabaja en su centro?

-Trabajo con enfermos de alzheimer e ictus, con niños y con adultos que quieren prevenir las enfermedades. Hay un anuncio que tuve que poner cuando abrí el centro y pone "adultos sanos". Esto es porque mucha gente piensa que los cursos que aquí imparto son sólo para enfermos de alzheimer y no es así. Los adultos sanos requieren prevenir una enfermedad neurodegenerativa. Hay personas que tienen una memoria desmesurada y recuerdan días y fechas con exactitud.

-¿Esto es algo genético o se puede entrenar?

-Realmente el factor genético influye, pero no es determinante. El cerebro se puede cambiar y dentro del cerebro está el área de la memoria. Es al igual que un órgano que se atrofia de no usarlo. Si no usas la memoria, las conexiones neurológicas se van perdiendo, por lo que se puede trabajar y mejorar a cualquier edad. Está demostrado que el cerebro trabaja hasta que morimos y genera neuronas, cosa que antes se desconocía.

-¿Qué ejercicios realiza en sus clases?

-Son muy variados en cuanto a alta concentración, memoria inmediata y a corto plazo. Suelo preguntar, "¿qué te pusiste el lunes, qué comiste? Hazme un resumen de tal noticia". También elaboro una lista de palabras o pongo sonidos que hay que retener. Controlamos la memoria con los sentidos, la orientación y el lado derecho del cerebro. Pero primero tienes que estar receptivo e integrarte con personas con tu mismo problema. Si estás relajado en grupo es el momento de trabajar la memoria.

-¿Qué nos afecta a la pérdida de memoria?

-El estrés es uno de los mayores detonantes. Me ha llegado gente bloqueada por él, como una alumna de 50 años que tras una operación sencilla sufrió tanto estrés que no sabía ni escribir su nombre. El neurólogo le diagnosticó alzheimer pero lo que tenía era un nivel extremo de estrés. Hoy en día estamos sometidos a mucha atención, no sólo laboral, familiar y económica, sino que al salir a la calle recibimos sobreinformación a través de distintos sentidos. Entre ruidos, tráfico, gente y llegar a casa y ver anuncios y noticias... queremos hacer muchas cosas a la vez y nuestro cerebro se convierte en una masa inútil, nos quedamos bloqueados. Hay gente que deja de recordar cosas sencillas por el estrés. Es algo tan malo, que cuando sucede genera cortisol, que mata células neurológicas y es el causante de enfermedades degenerativas.

-Respecto a los avances en este campo, ¿qué queda por descubrir?

-El cerebro es el gran desconocido de la ciencia. Se ha descubierto en los últimos años la neuroploasticidad; el cerebro se cambia a sí mismo en función de la actividad. Cuanto más entrenes tu cerebro, en él se verán cambios físicos. Esto significa que el cerebro es plástico, se está moldeando en función de lo que hacemos.

-En una sociedad tan mediatizada, ¿la gente joven puede padecer antes la pérdida de memoria y retentiva?

-Si nos damos cuenta, digamos cuánto tiempo en general gastamos en entrenar la memoria. No se hace. Si queremos mirar un número de teléfono lo hacemos en el móvil, para hacer la lista de la compra apuntamos hasta cinco productos... y el cerebro va perdiendo sus funciones. Luego se nota en que no estamos ágiles ni concentrados. Nuestros abuelos hacían cálculos mentales y no es que fuera más listos que ahora, pero nosotros lo tenemos todo más hecho.

-¿Cuál es su opinión sobre los nootrópicos o medicamentos para estimular el cerebro?

-Si metemos algo extraño en el "Hay gente que deja de recordar cosas sencillas por un alto nivel de estrés" en estimulación mental y memoria. En su centro, único en Las Palmas de Gran Canaria, imparte cursos en los que ayuda tanto a niños como a personas mayores y enfermos de alzheimer. Sus terapias son grupales para fomentar la sociabilidad, y en ellas elabora ejercicios para favorecer la psicomotricidad y la atención. Según Romero, no hay mejor vitamina para el cerebro que la relajación y el cambio de rutinas. Organismo puede pasar de todo. La mejor vitamina es comer bien, descansar, hacer ejercicio mental y físico y el relax.

-¿Le ha llegado algún diagnóstico erróneo de alzheimer?

-Sí, aunque el alzheimer es una enfermedad difícil de diagnosticar; tiene que morir la persona y mirar en láminas el cerebro para saber si realmente esa persona sufría alzheimer. No es que yo contradiga a los neurólogos, pero digamos que es de manual que si una persona tiene de 50 a 70 años y reúne requisitos como olvidos frecuentes, se le diagnostique esa enfermedad cuando puede ser otra cosa pasajera. Un mal diagnóstico puede fastidiar a la persona.

-¿Algún alimento que ayude?

-Sí; los frutos secos, las nueces, todo para pequeños fallos de memoria. En analíticas se demuestra que es la falta de memoria y su relación con la falta de vitaminas como la B o la B12. También el pescado. A veces los medicamentos como los tranquilizantes y antidepresivos afectan a la capacidad de concentración. Otras enfermedades como la menopausia y la diabetes también. No somos una maquinaria perfecta. Si tienes problemas externos, de salud, 60 años y olvidas cosas, esto puede ser una "bomba de relojería" y creer que podemos tener alzheimer cuando no es así.

-¿Entonces, la inactividad es un factor de riesgo?

-Brutal. La gente dice "camino y leo". Estupendo, pero el cerebro está acostumbrado a la rutina. Todo lo que hacemos al cabo del día es lo mismo, la información va siempre por las mismas conexiones neuronales y casi no se producen cambios en el cerebro. Las rutinas hay que romperlas, creando desafíos, nuevos retos, o haciendo cosas nuevas como aprender idiomas, sopas de letras... Es importante cambiar de actividad.

-¿Se puede rescatar la memoria?

-Es algo muy complicado porque con el alzheimer las neuronas mueren. Hay casos fascinantes, como el de un señor en Estados Unidos con antecedentes de alzheimer al que el médico recomendó que jugara al ajedrez; uno de los juegos más completos para el cerebro. Cuando murió, los neurólogos le miraron el cerebro y se sorprendieron. Ese hombre tenía el alzheimer más agresivo, pero el señor tenía calidad de vida y lucidez. Descubrieron que por un lado sus neuronas morían por la enfermedad, pero por otro lado generaba nuevas neuronas que sustituían a las que estaban muriendo. De ahí la importancia de no dejar pasar lo que llamamos "despistes " y prevenir la enfermedad de nuestro siglo.