Según la Organización Mundial de la Salud el término salud se define como "el estado de completo bienestar físico, mental y social y no solo la ausencia de enfermedad". Desde el punto de vista de la fisioterapia, a nivel laboral, nos ocupamos principalmente del aspecto físico de la salud.

¿Cómo puede actuar la fisioterapia en los distintos trabajos? Los fisioterapeutas no solo trabajamos para la recuperación de la patología sino que también ponemos los medios para prevenir que aparezca la lesión, proporcionando un entorno laboral ergonómico. La ergonomía es la ciencia que trata el diseño de los lugares de trabajo para optimizar el bienestar humano y el desempeño de la función. Se trata de adaptar el trabajo a las capacidades y posibilidades de la persona.

¿Qué sucede si trabajamos en un entorno mal adaptado? Generalmente es en el trabajo donde más horas permanecemos a lo largo del día. Según el tipo de trabajo podemos encontrarnos distintos riesgos físicos que nos afectaran tanto a la salud como al rendimiento del mismo. Permanecer muchas horas sentado frente al ordenador o de pie en la misma posición, realizar movimientos repetitivos en una cadena de producción, trasladar objetos pesados o la realización de trabajos de precisión manual son algunos ejemplos a tener en cuenta a la hora de valorar un puesto ergonómico de trabajo debido a que nos pueden suponer una carga postural, ya sea por la movilidad restringida o bien por las posturas mantenidas o repetitivas inadecuadas.

Todas las "malas posturas" y más si son mantenidas en el tiempo, darán lugar, a corto o largo plazo, a posibles lesiones musculares, articulares, trastornos circulatorios que nos provocaran dolor y con ello, una incapacidad laboral temporal.

¿Cómo podemos evitar las "malas posturas"? Cada trabajo precisa una posición determinada de la persona, que a su vez debe estar adecuada al tipo morfológico de cada una (altura, complexion, fuerza). Se debe realizar un estudio del lugar de trabajo y además es recomendable hacer una valoración del trabajador para evaluar que aspectos de la postura pueden afectar a su estado de salud físico. Toda posición óptima debe suponer el menor gasto energético a nivel musculoesqueletico.

¿Qué podemos hacer si ya ha aparecido el dolor? Si no hemos sido capaces de prevenir la lesión derivada de la postura laboral y el dolor forma parte de nuestro día a día el primer paso a seguir es tener un buen diagnostico medico que nos indique que tipo de patología estamos sufriendo. Con frecuencia nos encontramos lesiones articulares (inflamación de la articulación por sobre uso, inestabilidad, distensiones ligamentosas, hernias discales, tendinitis) lesiones musculares (sobrecarga, contracturas, roturas fibrilares) patologías circulatorias (edemas, alteraciones varicosas) y por supuesto el tan habitual "dolor de espalda" (cervicalgia, dorsalgia, lumbalgia) que normalmente es una combinación de alteraciones articulares y musculares.

Una vez diagnosticada la patología, la fisioterapia nos ayudara a combatir el dolor, a recuperar las estructuras que puedan estar dañadas y a prevenir futuras lesiones. Existen multitud de técnicas terapéuticas manuales y técnicas de electroterapia al alcance de la fisioterapia que nos permiten recuperar y mantener un estado óptimo de salud.

Tras un buen tratamiento y corrigiendo aquellas posturas inadecuadas nuestro sistema musculoesqueletico debe quedar preparado para someterse a las exigencias de nuestro día a día.