n Con motivo del Día Mundial de la Espondilitis Anquilosante (EA), que se celebra hoy sábado, la compañía biofarmacéutica AbbVie y la Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis (CEADE) presentan la campaña «Espondilitis anquilosante: mucho más que un dolor de espalda». El objetivo es doble: por un lado, concienciar sobre la realidad de estos pacientes y, por otro, informar a la población general sobre otras manifestaciones de la enfermedad que, pueden ir más allá de la afectación articular. La información sobre la patología y la relación con otros síntomas está disponible en la página web www.espondilopedia.es. Cualquier usuario podrá acceder a contenidos y materiales descargables, revisados y avalados por profesionales sanitarios, para ampliar su conocimiento sobre la EA y sus manifestaciones extraarticulares.

La Espondilitis Anquilosante pertenece al grupo de las enfermedades inflamatorias inmunomediadas (IMID por sus siglas en inglés), que afectan a 6 de cada 100 españoles. Comparten una inflamación crónica sistémica causada por una alteración del sistema inmune. Se calcula que el 40% de las personas con EA puede desarrollar alguna IMID como la uveítis, psoriasis, lupus o Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII): en concreto, un 30% de pacientes con EA puede presentar uveítis; un 15% puede desarrollar psoriasis; y un 10%, EII. De hecho, un 60% de pacientes con espondiloartritis axial pueden llegan a presentar inflamación intestinal microscópica. Por este motivo, los especialistas siguen reclamando un mayor abordaje multidisciplinar para mejorar la atención de los pacientes.

Por otro lado, como coinciden los expertos, el diagnóstico precoz es básico para un mejor pronóstico. En este sentido, en muchas ocasiones las personas con dolor de espalda no saben cómo distinguir un dolor de espalda mecánico o no patológico de un dolor inflamatorio que se encuentra en el origen de esta enfermedad.

La EA puede aparecer en personas jóvenes de entre 20 y 30 años por lo que tiene un gran impacto social, laboral y familiar en sus vidas. «El dolor de espalda crónico puede dificultar tareas tan simples como levantarse de la cama o bajar las escaleras, por lo que unido a las frecuentes manifestaciones extraarticulares que se asocian a la EA, repercute mucho en la calidad de vida», indican los especialistas.