Una de cada ocho españolas desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida, sin embargo solo un 48 % asegura hacerse la revisión ginecológica anual recomendada, según un estudio realizado entre 3.000 mujeres y que se conoce en la jornada anterior al Día Mundial del tumor más frecuente entre mujeres.

Este es uno de los datos más relevantes del IV Estudio de hábitos de vida saludable y bienestar en las mujeres realizado por el Instituto DKV de la Vida Saludable, en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, en el que han participado mujeres de entre 18 y 65 años.

El estudio se refiere a este tipo de tumor que registra cerca de 26.300 nuevos casos al año y la previsión de alcanzar los 28.000 diagnósticos anuales para 2020.

El 80 % de las mujeres es consciente de la importancia de realizarse una revisión ginecológica anual para prevenir determinadas patologías como el cáncer de mama, sin embargo menos de la mitad de las encuestadas lo cumple.

Pero a esto se une que sólo un 30 % visita el ginecólogo cada dos años o más, y hasta un 22 % nunca se realiza una revisión y sólo pide cita cuando cree que puede tener algún problema ginecológico.

Las mujeres que menos se preocupan por las revisiones ginecológicas son las que tienen entre 18 y 24 años, ya que en ese tramo solo una de cada tres se realiza una al año y hasta un 53 % nunca acude a una revisión.

Las mujeres que más cumplen estas recomendaciones son las que tienen entre 35 y 54 años. Se realizan la revisión anual en un 52 % de los casos.

En un 48 % lo hacen las mujeres que están en la franja de mayor riesgo (de 55 a 65 años), en la que sólo el 14 % no lo hace nunca.

La comunidad autónoma donde las mujeres están más concienciadas es Madrid, donde el 55 % realiza el chequeo anual, y en la que menos es Cantabria, con un 33 % que no acude nunca al ginecólogo.

Ante estos resultados, los expertos ahondan en la relevancia de la detección precoz, porque el cáncer de mama se puede diagnosticar en sus etapas iniciales y su desarrollo se puede frenar de forma temprana con tratamientos menos invasivos y más efectivos.

Numerosos estudios han constatado que el riesgo de padecer cáncer de mama se reduce al realizar ejercicio físico de forma regular, evitar el sobrepeso y la obesidad en etapas posteriores a la menopausia, y regular el consumo de alcohol, unos hábitos que unidos a las revisiones médicas anuales disminuiría la tasa de mortalidad por este tumor.

El estudio constata un ligero aumento de las mujeres que asegura practicar deporte (del 29,5 % al 32,6 %), especialmente en las del tramo de 25 a 34 años y sin hijos.

El 48 % de las mujeres que lo practican lo hacen dos o tres veces por semana y el 27 % diariamente.

Las motivaciones para practicar ejercicio son diferentes según la edad: en las jóvenes cobra mucha relevancia el adelgazar (el 55 % de las que tienen entre 18 y 24 años), mientras que en las mayores de 55 años lo hace la salud (el 81 %).

El 71 % afirma haber iniciado una actividad física y que luego no la ha continuado y el sector de mujeres menos constate es el de las que tienen entre 18 y 24 años y las que padecen obesidad.

El 47 % duerme de siete a nueve horas diarias entre semana, y el porcentaje aumenta hasta el 64 % el fin de semana.

El 48 % de las mujeres considera mantener hábitos saludables (frente al 27 % de 2016 y el 23 % de 2014).