El látex o caucho natural es un producto vegetal procesado que, por sus propiedades elásticas, tiene múltiples aplicaciones. Por ello, se emplea en la fabricación de miles de productos de uso cotidiano y médico. Se utiliza para fabricar globos, juguetes (pelotas, muñecas, por ejemplo), chupetes, tetinas, equipajes deportivos, alfombras, neumáticos, adhesivos, pinturas, suelas de zapatos, colchones, guantes médicos desechables, almohadas, gomas y un largo sinfín de útiles de uso cotidiano.

También sirve para fabricar numerosos utensilios médicos, incluidos guantes, preservativos, diafragmas, diques odontológicos, catéteres, mascarillas faciales, vendajes elásticos y otros muchos. No obstante, hay personas que han desarrollado alergia a este material. Según la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex (AEPNAA) "se ha incrementado esta alergia debido a un mejor conocimiento y diagnóstico de la misma, a la utilización masiva de productos de látex, y a un descenso en la calidad de los productos sanitarios para bajar el precio, y aumentar la rapidez de producción".

"Es una sustancia que sale de diversos árboles, fundamentalmente tropicales, y se usa mucho porque es base para productos de goma. Hasta en 40.000 objetos se halla el látex. Fue a partir de los 80 cuando se empleó para casi todos los productos sanitarios, y a raíz del extensísimo uso que se le dio a los guantes de hospital por epidemias como la del VIH. Ahí fue cuando se empezó a detectar la alergia al látex de manera significativa, aunque ya la primera descripción se realizó en los años 20", explica en una entrevista con Infosalus Belén de la Hoz, médico especialista en Alergología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Gracias a los avances tecnológicos, se dispone desde hace años de productos sintéticos con propiedades muy similares al látex natural, que de hecho cubren las dos terceras partes de la demanda mundial de caucho. En el caso de los guantes, por ejemplo, existen productos sintéticos como el neopreno, que es virtualmente idéntico al látex natural en sus propiedades físicas.

También se encuentran el vinilo, el nitrilo y otros productos que, en mayor o menor medida, pueden sustituir a los de látex natural. Sin embargo, sus propiedades físicas óptimas y su menor coste hacen que el caucho natural siga siendo imprescindible en nuestra sociedad moderna.

Cómo se produce esa alergia

Pero, ¿por qué da alergia? De la Hoz explica que el látex se compone en realidad de un conjunto de proteínas y son los pacientes los que se vuelven alérgicos a esa proteína. "Reaccionan con una respuesta inmunológica frente a las proteínas, igual que la alergia al polen", indica.

Así, la alergia al látex se puede manifestar con cualquiera de los síntomas y signos típicos de las reacciones alérgicas. Su característica fundamental es que se desencadena a los pocos minutos de la exposición al látex, casi siempre en la primera hora tras el contacto. "Es importante saber que incluso el paciente con la forma más leve de alergia al látex, si es operado o explorado con guantes u otros productos de este material, puede presentar una reacción grave", avisa.

Entre otros síntomas, la especialista del Ramón y Cajal apunta: urticaria local o por todo el cuerp o, con picor y ronchas en la zona de contacto con el látex; angioedema o hinchazón en la zona de contacto o a distancia (que se inflamen labios, por ejempl o); rinoconjuntivitis o asma, entre otros. Según subraya, la mejor forma de conocer que un paciente tiene alergia a este material es a través de su historia clínica.

Poblaciones de riesgo: Médicos y peluqueros

En este sentido, subraya que hay poblaciones de riesgo por su contacto casi constante y directo, como los peluqueros, profesional sanitario, dentistas, instrumentistas de quirófano, oftalmólogos, o aquellos pacientes de cirugías que requieren cambios de guantes constante. "El látex sale al aire y produce bastantes reacciones y estas profesiones han sido siempre de riesgo", apostilla.

De la Hoz indica que en la población normal la sensibilización es baja, del 0,1%. Asimismo, avisa de que el 40% de los que han sido intervenidos en la infancia desarrollan alergia al látex. Mientras, en el personal sanitario llega al 7%. Según destaca, hay muchos centros hospitalarios y quirófanos que ya están libres de látex para evitar este tipo de alergias.

"El problema está con los prevalentes, con los alérgicos. En el ambiente hospitalario se ha conseguido un nivel de seguridad aceptable. Pero, por ejemplo, hay artículos que todavía sólo se hacen de látex como los globos, los churros de la piscina o las aletas. Una de las cosas que se ha hecho es el uso seguro del guante para repartir comidas o en fruterías, que no sean de látex", agrega.

Sobre las posibilidades de curación, la experta apunta a mantenerse alejado lo máximo posible. Habla también de la inmunoterapia, si bien avisa de que ésta se encuentra muy restringida para síntomas rinoconjuntivales y al ámbito sanitario. "La única alternativa real es evitar el contacto con el látex", sentencia De la Hoz.