El hospital Quirónsalud Torrevieja ha realizado coximetrías gratuitas para conocer el nivel de monóxido de carbono de los fumadores, con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, con el objetivo de incidir en la importancia de la prevención y la detección precoz de enfermedades asociadas a su consumo. Las personas que se sometieron a esta prueba recibieron como obsequio una planta aromática y consejos de nuestros especialistas para dejar este hábito.

Según la última Encuesta Nacional de Salud del, un 24% de la población mayor de 15 años fuma a diario y aunque los datos de los que disponemos sugieren que el tabaquismo disminuye levemente en todos los grupos poblacionales, se aprecia un ligero repunte en mujeres jóvenes.

Entre los múltiples riesgos del tabaco se encuentran la aparición de enfermedades a través de modificaciones en la respuesta de las células debido a los más de 4.000 compuestos químicos nocivos de su humo. Esta respuesta anómala supone, en ocasiones, la aparición de tumores y, en otros casos, la muerte celular y la desestructuración por rotura y degeneración de los tejidos corporales. Entre las enfermedades más importantes está el cáncer de pulmón. «De hecho, un fumador tiene entre 5 y 20 veces más riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, de laringe, de esófago y de vejiga que una persona no fumadora», apunta el especialista. También las enfermedades coronarias, como la angina de pecho o el infarto, y las cerebro-vasculares, los cuadros de oclusión de arterias periféricas y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Además empeora o dificulta la curación de enfermedades pulmonares inflamatorias e infecciosas.

Beneficios de dejar de fumar

Como detalla el doctor Dick Pasker, neumólogo de hospital Quirónsalud Torrevieja, «tras los primeros 20 minutos sin fumar, la frecuencia cardiaca y los valores de tensión arterial vuelven a sus niveles normales. Entre las ocho y veinticuatro horas la sangre regula los niveles de monóxido de carbono y oxígeno. Entre dos y cuatro días después de dejarlo, el sentido del gusto y el olfato recuperan una notable sensibilidad. Dos meses después comienza a mejorar la capacidad pulmonar cuando se realiza ejercicio físico. Tres meses después desaparecen los síntomas de adicción física. Entre los tres y seis meses hay una notable mejoría psicológica. A partir del primer día ya hay un menor riesgo de padecer trombosis o un infarto de miocardio. Después de 4 años el riesgo de sufrir un infarto de miocardio es casi igual al de alguien que nunca ha fumado. Los síntomas bronquiales se reducen o desaparecen. A los diez años el riesgo de cáncer de pulmón disminuye a menos de la mitad».