Vamos a aclarar dos conceptos fundamentales en la práctica médica habitual. ¿Por qué es importante que sepamos el significado de estos dos procedimientos? Hoy en día la mayor parte de las enfermedades que requieren una intervención quirúrgica -o bien un tratamiento- para poder destruir o extirpar un órgano o tejido van a ser tratadas por alguno de estos dos métodos.

Imagínese que ha sido diagnosticado de un cáncer de próstata o un cálculo de riñón; muy probablemente su médico le propondrá métodos no invasivos -o mínimamente invasivos- para poder solucionarlos. Usted debe estar suficientemente informado para poder saber exactamente el tratamiento al que va a ser sometido, sus posibles efectos secundarios, sus consecuencias…

Por otra parte, tiene que tener información suficiente para poder exigir que le expliquen si su enfermedad va a poder ser tratada con estos métodos. En ocasiones no todos los hospitales -ni todos los cirujanos- tienen los medios técnicos o la experiencia profesional para poder aplicarlos.

La Cirugía Mínimamente Invasiva (CMI) es el conjunto de técnicas diagnósticas y terapéuticas que, por visión directa o endoscópica o por otras técnicas de imagen, utiliza vías naturales o mínimos abordajes para introducir herramientas y actuar en distintos territorios del cuerpo humano. Enmarca muchas técnicas, como son la endoscopia o la cirugía laparoscópica y percutánea.

La endoscopia

Se realiza mediante la introducción de pequeñas cámaras a través de orificios naturales como la boca o el ano. Y, en el caso de la urología, la uretra.

En algunas ocasiones sirven solamente para el diagnóstico, como por ejemplo en el caso del tumor de vejiga o determinadas cistitis.

En otras podemos extirpar la zona afectada a través del mismo procedimiento, como puede ser la resección de un tumor de vejiga o la fragmentación de un cálculo localizado en la vejiga o el uréter.

Cirugía Laparoscópica

Es la introducción de un sistema óptico y quirúrgico a través de la pared abdominal, realizando mínimas incisiones. En una de las incisiones se eleva la pared abdominal y abre espacio para que el cirujano pueda trabajar. La introducción de instrumentos como separadores, tijeras, pinzas y bisturís permite actuar quirúrgicamente sobre el abdomen, y esto lo convierte en un procedimiento terapéutico muy efectivo.

En particular, estas cirugías tienen como ventaja la disminución del dolor postoperatorio debido a la ausencia de grandes incisiones; reduce el trauma en los tejidos sanos; reduce la respuesta inflamatoria que siempre va asociada a una cirugía, lo que redunda en una mejoría inmunológica, y acorta el período postoperatorio, como también la estadía en el centro hospitalario.

Este tipo de cirugía se está sofisticando cada vez más intentando utilizar un solo orificio en la pared abdominal en vez de varios.

Cirugía Transofiricial o N.O.T.E.S

La Cirugía Endoscópica Transofiricial o N.O.T.E.S (Natural Orifice Endoscopic Surgery) para muchos es la evolución de la Cirugía Mínimamente Invasiva, que nació del interés por encontrar una manera de reducir al mínimo cualquier incisión visible y dolor por agresión sobre la pared abdominal.

En esta técnica se aborda la cavidad abdominal por un orificio natural (boca, ano, vagina o uretra), sin incisiones en la pared abdominal. Podríamos poner como ejemplo la extirpación de la vesícula introduciendo un instrumento por la vagina. Con esta técnica no vemos ninguna incisión, pero entramos en la cavidad abdominal a través de un orificio natural.

Estas aproximaciones terapéuticas son muy complementarias, y cada vez más se están aplicando de forma combinada para el tratamiento de casos individuales, ofreciendo así una serie de ventajas frente a la cirugía tradicional o abierta:

?Drástica reducción del dolor.

?La recuperación acelerada / volver a caminar y la actividad diaria.

?Reducción de la UCI y la estancia hospitalaria.

?Mejora la función pulmonar postoperatoria.

?Mejora de la calidad de vida de vida.

?Reducción de la necesidad de rehabilitación cardíaca para pacientes hospitalizados.

?Resultados estéticos altamente mejorados.

Procedimientos no invasivos

Son aquellos que no tocan directamente el cuerpo humano. Refiriéndonos a la urología podríamos poner dos ejemplos muy claros:

La radioterapia en el tratamiento del cáncer de próstata.

La litotricia extracorpórea que utilizamos para la destrucción de los cálculos del aparato urinario.

Ya no estamos hablando de ciencia ficción, estamos hablando de procedimientos muy habituales en la mayoría de los hospitales, procedimientos que debemos conocer.