Entre el 17 y el 75 por ciento de los pacientes con lupus padecen depresión o alteraciones del estado de ánimo, debido a la fisiopatología de la enfermedad, el uso de esteroides y los diversos estresores psicosociales relacionados con la cronicidad del LES, según ha informado el reumatólogo de la Clínica de Reumatología Dr. Manuel Romero Jurado y experto de Doctoralia, Manuel Romero, con motivo del Día Mundial del Lupus.

Se trata de una enfermedad autoinmune y, de entre todos los subgrupos de la enfermedad, el lupus eritematoso sistémico (LES) es el más habitual. Puede aparecer a cualquier edad pero suele debutar entre los 15 y los 40 años, afectando más a mujeres que a hombres. La incidencia global de la enfermedad es de 1 a 10 casos por cada 100.000 habitantes cada año y en España se ha reportado una tasa de 91 casos por cada 100.000 habitantes.

"El espectro de síntomas del lupus es muy amplio. Suele presentarse un síndrome que aúna fatiga, fiebre, pérdida de peso, artralgias y/o artritis, lesiones cutáneas en forma de fotosensibilidad o eritema malar (lo que conoce como 'eritema en alas de mariposa', dejando las mejillas y nariz enrojecidas), y alopecia", ha explicado el experto.

Las manifestaciones cutáneas son las más habituales sobre todo en el caso del LES, ya que aproximadamente un 75 por ciento de los pacientes las sufren. En casos más extremos, donde la enfermedad se combina con otras patologías, pueden aparecer incluso trombosis arterio-venosas y abortos espontáneos.

Se desconoce la causa

"A pesar de los avances que se han producido en las últimas décadas, la causa del LES continua sin estar totalmente aclarada. Al igual que ocurre en otras enfermedades autoinmunes, parece claro que algún factor ambiental (probablemente más de uno) que actuando sobre individuos genéticamente predispuestos es capaz de desencadenar la enfermedad. Se ha especulado con la posibilidad de que este agente desencadenante sea algún microorganismo, especialmente un virus, aunque no se conoce con exactitud", ha comentado el experto.

En cuanto a si es hereditario, según el experto, estudios recientes han demostrado que existe una predisposición genética relevante. Sin embargo, es complejo determinarlo debido al gran número de genes implicados.

"Aunque el LES se considera una enfermedad crónica, la actividad de ésta y sus síntomas no siempre están presentes. La enfermedad se manifiesta a través de brotes, que combinan con periodos de aparente inactividad, aunque el daño crónico que la enfermedad deja sigue estando presente. Estos brotes se pueden controlar con medicación", ha señalado el experto.

Generalmente, los pacientes con LES pueden hacer vida normal, si bien han de seguir una serie de cuidados como evitar tener contacto con enfermedades infecciosas, evitar el tabaco y las bebidas alcohólicas, reducir el consumo de sal, evitar la exposición directa a la luz solar y utilizar ropa adecuada y cremas protectoras para cuidar su piel.

Asimismo, ha destacado la importancia de evitar el estrés, tanto físico como mental, y no realizar ejercicio físico intenso en los periodos de brote de la enfermedad. Respetar los periodos de descanso es vital en el tratamiento de cualquier tipo de lupus y, además, es necesario que las mujeres eviten los anticonceptivos orales y consultar al Reumatólogo antes de quedarse embarazada para planificarlo de manera que no se ponga en riesgo su salud.