La cirugía de columna vertebral ha evolucionado muchísimo en los últimos años. Sin embargo todavía existen ciertas falsas creencias sobre ella. Vamos a tratar de abordar las principales.

Son operaciones muy delicadas y tienen un gran peligro de «dañar el nervio»

Es cierto que siempre deben ser realizadas por un equipo neuroquirúrgico muy experimentado, y que la delicadeza y suavidad intraoperatoria se traducirá en una recuperación más corta y mejor.

En los últimos años, las técnicas microquirúrgicas han revolucionado la cirugía de columna. Con el uso del microscopio intraoperatorio se consigue una precisión y seguridad impensable hace solo una década. La cuestión de «tocar el nervio» merece comentario aparte.

Por un lado, la microcirugía ha disminuido drásticamente el porcentaje de complicaciones. Por otro, no hay que olvidar que cuando se procede a intervenir a un paciente para descomprimir un nervio, este está sufriendo y tal vez ya se encuentre dañado antes de la cirugía. Esto es importante tenerlo en cuenta para entender por qué muchas veces se debe intervenir lo antes posible.

El postoperatorio es muy largo y hay que estar en la cama mucho tiempo

Efectivamente hubo un tiempo que fue así. Actualmente, gracias a la microcirugía y la técnica mínimamente invasiva, los pacientes intervenidos de una hernia discal cervical ya comienzan a caminar antes de las 24horas tras la cirugía, y en el caso de las hernias lumbares a las 24-48 horas.

En ambos grupos la estancia hospitalaria suele ser de unos 3-4 días. Una vez en su domicilio, los pacientes únicamente han de evitar esfuerzos, curar la herida y tomar la medicación pautada.

En cirugía de columna no nos equivocamos si decimos que menos es más. Gracias a las técnicas mínimamente invasivas y microquirúrgicas, los pacientes se reincorporan a su vida cotidiana mucho antes de lo que era habitual unos años atrás.