Hasta hace no tantos años, la cirugía del pie se asignaba al cirujano más novel, al considerarse esta patología como algo banal o menos importante y con resultados clínicos poco predecibles. Afortunadamente, hoy en día esta visión ha cambiado y existe un renovado respeto por esta interesante estructura con distintas funciones de sostén, equilibrio, locomoción y sensibilidad.

Sabemos la gran limitación que se produce en un paciente cuando el pie se deforma o pierde alguna función. Ello ha profundizado nuestra visión del tema y ha reforzado nuestra preocupación por ofrecer el mejor cuidado posible para esta estructura tan importante: el pie.

Con la técnica mínimamente invasiva, también llamada técnica MIS (Minimal Incision Surgery) o técnica percutánea, pueden tratarse la gran mayoría de problemas del pie. Dicha técnica posibilita que la intervención se realice de forma poco invasiva, permitiendo una recuperación más rápida y sin dejar las secuelas de una significativa cicatriz que, en el caso del pie, es potencialmente dolorosa.

¿Qué patología del pie se trata con más frecuencia mediante la técnica mínimamente invasiva (MIS)?

Las patologías más frecuentes en el pie que pueden precisar de intervención quirúrgica con técnica MIS son las siguientes:

  • Juanete o hallux valgus.
  • Metatarsalgia.
  • Dedo en garra.
  • Fascitis plantar.
  • Entesopatía aquilea.
  • Espolón calcáneo.
  • Neuroma de Morton.

¿Cómo se realiza?

En primer lugar, hay que decir que la intervención se realiza de forma ambulatoria; es decir, que no precisa de un ingreso hospitalario. Eso sí, siempre hay que llevarla a cabo en un quirófano y con un equipo de anestesia.

Tras realizar el bloqueo anestésico del pie, se practica la intervención a través de mínimas incisiones con un instrumental de cirugía MIS específico. Al finalizar la intervención, se coloca un vendaje funcional que se cambia semanalmente durante las primeras semanas posteriores a la operación.

Se permite caminar apoyando el pie desde el mismo día de la intervención con un calzado específico, pasando a un calzado normal a partir de la sexta semana.

¿Cuáles son las ventajas de la técnica MIS aplicada al pie?

Las ventajas de este tipo de técnicas son múltiples:

  • Recuperación más rápida.
  • Menos dolor.
  • Menos cicatriz.
  • No precisa de ingreso hospitalario.
  • Ausencia de materiales de fijación como placas, tornillos, etc.
  • Permite el apoyo completo del pie desde el primer día.

La posible desventaja de la técnica es que, para empezar a utilizarla, se requiere de una curva de aprendizaje larga al tener gestos quirúrgicos precisos. Además, es necesario de un instrumental específico y de un buen equipo de radioscopia intraoperatoria (la cirugía se realiza con control y visualización radiológica).

Aun así, lo más importante y difícil de la técnica es la indicación, como en toda cirugía. Es por ello que el especialista decidirá, tras una valoración del paciente, cuál es la técnica a aplicar (en alguna ocasión puede estar indicada realizar una técnica más convencional). Conocer y dominar ambas técnicas permite que el traumatólogo pueda elegir en un paciente concreto aquella que mejor resultado le pueda aportar.