Las 6 causas más frecuentes que provocan alteraciones en la erección y a las que quizás no damos la suficiente importancia.

Depresión

El cerebro es la central que procesa no solo los estímulos que percibimos también integra nuestros recuerdos y emociones es decir todo aquello que al final dará lugar a la respuesta biológica que supone la relación sexual. Los probióticos están destinados a mejorar la población de bacterias beneficiosas intestinales que se encuentran en el intestino, ya que promueven su desarrollo. Al crecer en el intestino y adherirse a la mucosa intestinal, evitan que otras bacterias dañinas se implanten y ejerzan sus funciones negativas, actuando como una barrera que evita la colonización del intestino por gérmenes patógenos.

La depresión puede disminuir o incluso anular el deseo sexual, dando lugar a la disfunción eréctil.

Irónicamente alguno de los fármacos que se utilizan para tratar la depresión pueden no solo disminuir el deseo sexual, también pueden dificultar la erección y retrasar la eyaculación.

Alcohol

¿Quién no ha recurrido a tomarse unas copas para perder la vergüenza, o simplemente para animarse un poco antes de mantener una relación sexual?

Una copa quizás no influya pero el exceso de alcohol puede provocar una erección insuficiente para conseguir una penetración, inducirá un estado de adormecimiento que al final dará lugar a una relación poco satisfactoria, de las que no vale la pena acordarse.

Los alimentos prebióticos los encontraremos en las frutas, las verduras y productos integrales.

Parece ser que una o dos copas de vino pueden mejorar la circulación arterial por su efecto vasodilatador pero si nos pasamos los efectos negativos serán mucho peores.

Medicamentos

Tenemos una larga lista de medicamentos que pueden provocar disfunción eréctil.

Los más frecuentes serían los antihipertensivos, antidepresivos, algunos analgésicos.

Pero no debemos parar la toma de estos productos sin haber consultado antes al médico que nos los ha prescrito.

Otras sustancias, que no fármacos, muy utilizadas hoy en día como estimulantes de la erección como son la cocaína, anfetaminas, drogas de diseño… también pueden provocar cuadros de disfunción eréctil que, aunque suelen ser transitorios, pueden dejar secuelas tanto físicas como psíquicas.

Enfermedades

Siempre hemos defendido que antes de iniciar un tratamiento para la mejorar la erección deberíamos tener un reconocimiento médico adecuado.

La diabetes, hipertensión, párkinson, lesiones de columna y un largo etcétera de enfermedades pueden ser causa de disfunción eréctil, así como determinadas cirugías realizadas en la región perineal, próstata, testículos...

Si inicia un tratamiento médico sin saber cuál es el origen del problema, muy probablemente esté perdiendo el tiempo y el dinero.

Obesidad

La obesidad supone un desorden metabólico que conlleva multitud de problemas de salud, predispone a la diabetes, hipertensión, arterioesclerosis y sobre todo condiciona una disminución del efecto que la testosterona (hormona masculina) realiza sobre los órganos diana que participan en la erección.

Reflexione en profundidad que le conviene más, si invertir en salud o en pastillas, la respuesta no admite dudas.

Ansiedad, estrés

Son estados emocionales que pueden conducir a una disminución de la libido, pérdida de autoestima, reproches injustificados.

Enfréntese directamente a la situación, si después de una evaluación física adecuada no se ha encontrado ninguna causa orgánica que justifique la disfunción eréctil pida ayuda a un psicólogo, sexólogo... Son profesionales que pueden ayudarle mucho a superar sus problemas.

Conclusión

  • No hay remedios milagrosos.
  • Conseguir llevar una vida saludable y emocionalmente estable.
  • Evitar o controlar adecuadamente las enfermedades que hemos descrito.
  • Consumir exclusivamente los medicamentos necesarios.

Si aun así tenemos problemas con la erección debemos identificar correctamente la causa que provoca la disfunción y una vez conocida iniciar el tratamiento más adecuado para resolverla.

No importa si tiene 30 o 70 años, le animo a que se enfrente al problema y lo comunique a su especialista.

Todos tenemos el derecho a tener una vida sexual sana, acorde a nuestra edad pero también el deber de hacer lo posible por conseguirla.