Seguro que quien lea este artículo, alguna vez en su vida se habrá aguantado las ganas de ir al baño para hacer «pipi». Esto que es tan común y al parecer inofensivo puede tener consecuencias negativas para tu salud. En este artículo te explico los problemas que conlleva.

A lo largo de nuestra jornada laboral, ¿cuántas veces vamos al baño? Esta pregunta tendrá todas las respuestas posibles, pero debemos de saber que aguantar la orina te va a suponer un problema de salud. Podemos demorar el deseo natural de ir al baño hasta tres o cuatro horas. Además, si eres de los que sólo puedes ir al baño de tu casa y evitas los baños públicos e incluso de tu trabajo, el problema es mayor. Debemos de tener cuidado ante estos hábitos erróneos puesto que nos van a ocasionar problemas mayores. Te lo explico a continuación.

Consecuencias sobre la vejiga

La orina filtrada en los riñones se va acumulando en la vejiga que puede alcanzar los 150 a 220 ml de líquido (según cada persona), momento en el cual el cerebro es consciente de las ganas de orinar. Pero, ¿qué pasa si retrasamos este momento? ¿qué pasa si no hacemos caso a nuestro cerebro? En estas situaciones, la vejiga poco a poco irá ensanchándose, pudiendo llegar a triplicar su volumen. Al ser más grande y al apoyarse en nuestro suelo pélvico, lo acabará debilitando por exceso de peso y terminaremos teniendo pérdidas de orina.

Consecuencias sobre tu metabolismo: infecciones de orina repetitivas

La orina contiene amoniaco y sustancias acidas, así como bacterias, que proceden del filtrado de los riñones. Por tanto, si no vamos vaciando la vejiga de estas sustancias cada vez que sintamos ganas de orinar, pasarán más tiempo en nuestro cuerpo, llegando a ocasionar las temidas infecciones de orina o cistitis.

Consecuencias sobre tus riñones: cálculos renales

En los riñones se pueden formar por diversas causas, pequeñas colecciones de calcio, fosfato, magnesio, en forma de piedras más o menos pequeñas, procedentes del filtrado renal. Si a ello se le suma la retención voluntaria de orina, este proceso se agrava. Cuando se forman cálculos en los riñones se debe de beber mucha agua y orinar mucho para ayudar a disolverlos y expulsarlos con la orina. Por tanto, aguantarse la orina no ayuda.

Reflujo vesicouretral y pielonefritis

Cuando hay mucha orina en la vejiga, llega un momento en que la presión interna es alta por lo que la orina tiende a volver a subir hacia los riñones, llegando a ocasionar una infección en los riñones o pielonefritis, dando lugar a la aparición de lesiones irreversibles en los mismos.

Malestar general

Cuando demoramos en exceso las ganas de ir al baño, estamos dando al cerebro una orden contradictoria. El cerebro nos avisa del aumento de presión en la vejiga por su llenado, en forma de deseo de orinar. Al no hacerlo, aparece hinchazón abdominal, dolor pélvico e incluso sensación de malestar con aparición incluso de náuseas.

Consejos que deberías seguir

  • No demores las ganas de ir al baño.
  • Cada 2- 3 horas intenta vaciar la vejiga.
  • Bebe de 1.5 a 2 litros al día para hidratar tu cuerpo, pero no dejes de ir al baño.
  • Si tu problema es la aprensión, intenta pensar que estas dañando tu salud para poder ponerle remedio.
  • No vayas al baño con prisa e intenta vaciar del todo tu vejiga en cada micción sin realizar esfuerzos para ello. La orina debe de salir sin necesidad de apretar.
  • Si no sabes si tu hábito de ir al baño es el correcto, puedes acudir a un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico y pedir que te realice un diario miccional.

Si sigues estos consejos evitarás tener una vejiga perezosa, pérdidas de orina, dolor pélvico y sobre todo infecciones. ¡Haz caso a tu cerebro!.