Los investigadores señalan que los efectos más pronunciados de la tilosina son el aumento de peso y la debilitación del sistema inmunológico, tal y como afirman especialistas de los hospitales Quirónsalud Valencia y Torrevieja. Según el doctor Manuel Baca, jefe de pediatría de los hospitales Quirónsalud de Torrevieja y de Murcia, «el problema con los antibióticos no viene producido por la sustancia en sí, sino por el mal uso que se ha hecho de la misma. Aunque su uso esté justificado, debemos ser conscientes de que tomar antibióticos trae consigo otras reacciones adversas para nuestro organismo y consecuencias que hay que tener en cuenta». Además, los antibióticos producen alteraciones en la flora intestinal con efectos negativos para la salud que van más allá del intestino y una simple diarrea, pudiendo modificar el funcionamiento del sistema inmunitario, el endocrino y el metabolismo de forma transitoria y, en algunos casos, a largo plazo.

Debilitan el sistema inmunológico

En nuestro organismo hay multitud de bacterias necesarias para mantener nuestra salud. Desde que nacemos están ahí, sobre todo en nuestros intestinos (flora bacteriana, también llamada microbiota), y cumplen funciones vitales como protegernos de otras bacterias patógenas (que nos causarían enfermedad), adiestrar y entrenar nuestro sistema inmunológico, manteniéndolo alerta, ayudarnos a mantener un pH correcto y a realizar procesos digestivos y metabólicos.

El uso de antibióticos (así como otros medicamentos) afecta a estas colonias de bacterias «buenas» de nuestro organismo. El doctor Baca explica que «esta alteración es lo que se conoce como disbacteriosis, y cursa con síntomas que suelen afectar a todo el tubo digestivo que, recordemos, va desde la boca hasta el colon».

Los antibióticos deben usarse únicamente en caso de que un pediatra identifique un proceso infeccioso bacteriano, ya que para otras infecciones no tienen utilidad. Una excepción es la de los tratamientos profilácticos, en caso de cirugía o heridas con alto riesgo de contaminación.

El doctor Sergio Negre, especialista en gastroenterología pediátrica del Hospital Quirónsalud Valencia, incide en el hecho de que «no se debe tomar un medicamento para una infección en la que no hay bacterias implicadas. Sometemos al niño a los efectos secundarios del medicamento sin que tenga un beneficio a cambio». Por otra parte, al generar resistencias a dichos antibióticos por parte de las bacterias ambientales lo que provocamos es que cuando lo necesitemos realmente a lo largo de la vida sea más probable que no sirva. Además, esto se aplica a toda la población, por lo que en realidad estamos perjudicando a todos, no solo al que toma el antibiótico.

Por último, destacan que el uso de antibióticos, como el de otros medicamentos, debe ser administrado con precaución y solo en casos justificados, ya que igual que su administración puede salvarnos la vida en un momento dado, debemos tener en cuenta que no está libre de efectos adversos que a la vez perjudican nuestra salud.