Extraído de una conversación habitual, entre dos amigos: «Hace 2 años que no me hacía ninguna analítica de sangre y me ha dicho mi médico de familia que tengo el azúcar un poco alto». ¿Cuánta gente descubre que tiene prediabetes o diabetes de esa manera? Pues ahí va el dato: en torno a un 20% de la población mayor de 40 años. Es la consecuencia de que no somos conscientes de las implicaciones futuras de no cuidarnos. La diabetes es una de las principales responsables de la enfermedad cardiovascular y, además, se asocia con hipertensión, triglicéridos altos, colesterol alto, sedentarismo, sobrepeso y muchos otros factores de riesgo. Si no controlamos adecuadamente estos factores, el riesgo vascular de sufrir infartos, anginas o enfermedad vascular en general aumenta en los siguientes años sin apenas darnos cuenta.

Todo empieza con una revisión rutinaria

Pero, volvamos al comienzo. Uno descubre en una analítica rutinaria en ayunas que sus cifras de glucosa están próximas a 126 mg/dl (prediabetes) o de forma repetida tiene valores por encima de este valor (diabetes). Para comenzar, es importante que analicemos si la alimentación está siendo la más adecuada. Además, convendrá añadir más ejercicio a nuestro día a día y reducir peso, en caso de presentar obesidad o sobrepeso. Esto debe ser un reto para iniciar, sin demora, pero con un objetivo a conseguir en un plazo de semanas o meses. Bajar de peso debe de afrontarse de un modo progresivo y modificando nuestros hábitos de vida para siempre, no solo hasta que lo hayamos conseguido.

Mucho más que controlar los niveles glicémicos

Tras plantear nuestro objetivo de bajar peso y reeducar nuestros hábitos para lograr un estilo de vida más saludable, un médico debe guiar el control de nuestra recién diagnosticada prediabetes o diabetes, que nos acompañará, por desgracia, en casi todos los casos, durante toda nuestra vida. Al principio será el propio médico de familia y, más adelante, deberán participar endocrinos, cardiólogos, o internistas.

Porque como reflejan nuestras guías de actuación médica, el tratamiento óptimo de la diabetes es, no solo tratar los niveles de glucemia con las pastillas adecuadas, sino también tratar el colesterol, los triglicéridos, la hipertensión arterial, ayudar a eliminar el tabaquismo y, además, también unos consejos adecuados sobre dieta y ejercicio adecuados. Metas, todas ellas, que no son fáciles de tratar en muchos casos por un solo profesional. Muchos especialistas acabamos tratando a pacientes con diabetes al sufrir complicaciones relacionadas con el corazón, riñón, cerebrales, pero nuestro objetivo como médicos es adelantarnos a los eventos, para que no ocurran.

Prevenir, porque aún estás a tiempo

Sin duda, la prevención es la mejor arma en medicina y los pacientes y los profesionales debemos saber aprovecharla. Acude a tu médico no solo para buscar una cura, sino para prevenir enfermedades.