Septiembre ha sido un mes de reinicio, e inevitablemente vuelven los planes de mejora de casi todo. La dieta no es una excepción, y son muchísimas las personas que en esta época se plantean comer mejor. La intención es impecable, pero el objetivo no es del todo fácil.

Por un lado, no hay una fórmula única para comer bien y cada persona tiene sus propios requerimientos nutricionales. Pero es que además estamos en un tiempo de teorías dietéticas diversas que van cambiando. Por supuesto que hay ciencia detrás de algunas de ellas, pero es evidente que otras son puras modas. A primera vista, el universo de la dietética puede parecer un mar decontradicciones... El pescado es recomendable, pero si es de talla grande, puede conllevar metales pesados; los cereales son sanísimos, pero el gluten ha resurgido como el mal del siglo; la carne roja, en mínimas dosis, pero hay teorías paleolíticas que no dicen lo mismo... En fin, la lista puede ser inacabable.

No hay que agobiarse. Hay muchas fórmulas dietéticas que pueden ser aconsejables. Y por supuesto, no hay alimentos milagro ni pautas que lo curen todo.

En cualquier caso, sí que es recomendable basar la dieta en normas con fundamento científico y recordar las normas dietéticas en las que la mayoría de los expertos están de acuerdo:

Una dieta sana, sea la que sea, debe tener una parte importante de vegetales. Imprescindible la presencia de frutas y verduras a diario.

Raciones adecuadas y variedad de alimentos.

Atención al exceso de grasa saturada y grasa trans. Moderación con los quesos grasos, los embutidos, la bollería industrial, etc.

Dosis adecuadas de sal. de 5 a 6 gramos de sal al día como máximo.

Dosis mínimas de azúcar. No más del 5% de la energía diaria.

Cuantos menos alimentos procesados, mejor. El alimento fresco es la mejor opción.

Aceite de oliva como grasa básica.

Poco alcohol. Hay estudios que incluso ponen en duda los beneficios de la famosa copa de vino en cada comida.

Optar por farináceos integrales. Incluir legumbres. La fibra es un elemento clave.

Desayuno importante, cena ligera y horarios de comida regulares.

Agua como elemento básico.

Ejercicio moderado diario.