En los últimos 30 años los avances para conseguir aumentar la supervivencia de los niños con cáncer han permitido que de cinco menores enfermos, cuatro tengan posibilidad de curación, sin embargo, en los últimos tres años, el índice de supervivencia, que se sitúa por debajo del 80 %, se ha estancado.

Lo han asegurado varios expertos en oncología pediátrica en la presentación de la tercera edición del libro "Hematología y Oncología Pediátricas", en el que un centenar de profesionales en la materia realizan una radiografía de la situación actual del cáncer pediátrico en España.

La presidenta de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica, la doctora Ana Fernández-Teijeiro, ha destacado que España, con un 77 %, está por debajo de la media de la UE en cuanto a la supervivencia de pacientes pediátricos con cáncer, situada alrededor del 83 %, una situación de "estancamiento" que se ha detectado en los últimos tres años.

"A pesar de que habíamos tenido una curva ascendente y satisfactoria, sin embargo, algo está pasando en los últimos años que nos estamos quedando y que nuestros resultados no sean todo lo deseables que debieran ser", ha afirmado Fernández-Teijeiro.

La razón de las cifras, ha explicado la experta, "posiblemente" está relacionada con que si bien en España hay más de 40 hospitales que pueden atender niños con cáncer, a través de las unidades de oncología pediátricas, no todos ellos tienen la misma experiencia para tratar los tipos de enfermedad especialmente complejos.

En este sentido, ha aclarado que, según los estándares europeos, una unidad de estas características está "suficientemente capacitada" cuando trata por lo menos 30 nuevos casos al año, y en España de todos los hospitales que las tienen, "prácticamente solo once cumplen estos requisitos".

"Esto nos obligaría a valorar otras formas de trabajar en red, teniendo algunos centros que tengan la suficiente experiencia para tomar las importantes decisiones diagnosticas y terapéuticas pero trabajando estrechamente con estos centros periféricos donde pueden acudir a controles y quimioterapia", ha opinado Fernández-Teijeiro.

El presidente de la Asociación Española de Pediatría, Serafín Málaga, ha abundado en que los niños tienen "el mismo derecho que los adultos" a ser tratados por especialistas formados en oncología pediátrica y ha alertado del "déficit" de investigación en cáncer pediátrico.

En el mismo sentido se ha pronunciado el jefe de Servicio de Hematología y Oncología Pediátrica del Hospital Universitario Niño Jesús, Luis Madero, quien, además, ha subrayado otro de los problemas y retos del cáncer infantil, que son los adolescentes, ya que se quedan "en tierra de nadie" porque esta población no tiene nada que ver con la infantil, ni con la de adulto.

De hecho, tanto Madero como Fernández-Teijeiro han coincidido en destacar que no hay muchos datos del cáncer en adolescentes de entre 14 y 18 años porque la mayoría de los casos no se incluye en el Registro Español de Tumores Infantiles (RETI-SEHOP), actualizado cada año por los oncólogos hematólogos pediátricos de España desde 1978.

En concreto, si cada año se contabilizan entre 350 y 400 nuevos casos de cáncer en adolescentes, en el registro no se incluyen más de 70, porque en muchos casos son tratados por oncólogos médicos, que no tienen contacto con el registro o desconocen su existencia, y no por pediátricos.

A pesar de la falta de datos, han señalado que la experiencia clínica confirma que los índices de supervivencia en los adolescentes no son tan favorables como los niños más pequeños.

Los expertos han indicado que de lo que se trata es que en estas situaciones, tanto el oncólogo médico como el pediátrico traten a estos pacientes de forma coordinada y colaboren entre ellos para que la supervivencia sea más satisfactoria.

Los tumores malignos más frecuentes en la edad pediátrica son las leucemias (30 %), los tumores del sistema nervioso central (20 %) y los linfomas (13 %), mientras que en los pacientes de entre 14 y 18 años el orden varía: los óseos (25 %), los linfomas (20 %) y los tumores del sistema nervioso central (15 %).