Mi labor cotidiana en el Centro Dermatológico Estético se desarrolla en dos unidades que están íntimamente relacionadas: Dietética-Nutrición y Medicina Estética. Los objetivos de los pacientes de ambas unidades, por lo general, tienen un nexo común que une la salud y la estética en una sola ecuación. Mi tarea cotidiana consiste en evaluar minuciosamente a cada paciente y sus metas. A partir de ese análisis, propongo un plan de acción que, desde la ciencia médica, se traduce en una serie de tratamientos que ayudan a cumplir, primero etapas específicas y, finalmente, tratan de alcanzar el objetivo global. El arsenal terapéutico del que dispongo como profesional de la Medicina es amplio y complejo pero también, cada vez, más eficaz.

Si hay una cosa que tengo clara desde hace años es que el presente y el futuro de la Medicina y, particularmente el de la Medicina Estética, pasan por invertir en tecnología. Los nuevos tratamientos médicos se apoyan, como no puede ser de otra forma, en tecnologías que nos permiten mejorar y, en muchos casos, acelerar las estrategias médico-terapéuticas. Nos encaminamos a buen ritmo hacia una medicina enfocada decididamente hacia el bienestar del paciente: menos invasiva, menos dolorosa, más personalizada pero, si cabe, más efectiva. Cyclone, la última tecnología adquirida por el CDE, es un claro ejemplo de esta fórmula.

¿Qué es Cyclone?

Cyclone supone la unión de varias tecnologías para tratar la remodelación corporal. Cinco tecnologías optimizadas y que, por si solas, han mostrado su eficacia en tratamientos específicos. Un equipo que aúna las técnicas que mejores resultados han ofrecido en la reducción de grasa localizada y reafirmación de tejidos. Como puede resultar complicado de entender el mecanismo de acción de estas tecnologías, voy a detallarlas a continuación de forma más sencilla:

Ultrasonidos HIFU: focaliza la energía en un solo punto. Es un tratamiento no invasivo que genera una muerte celular selectiva, rompiendo la grasa y la celulitis dura.

Vacumterapia: para la flacidez corporal y la celulitis. Facilita también el drenaje de líquidos.

Ultrasonidos cavitacionales: indicados en el tratamiento de la celulitis (piel de naranja) y adiposidades localizadas.

Radiofrecuencia monopolar y bipolar: estimula la síntesis de colágeno y elastina, favorece el drenaje, aumenta la firmeza, apariencia y calidad de la piel.

¿Qué ventajas ofrece?

La ventaja principal de Cyclone es que concentra todas estas técnicas para mejorar la silueta y permite dispensar en una sesión un tratamiento corporal y/o facial completo: desfibrosante de grasa, liporeductor, drenante linfático y reafirmante cutáneo. La combinación de tecnologías, además, tiene un efecto multiplicador que redunda en la eficacia y resultados del equipo. El uso de Cyclone está indicado tanto para personas con peso normal que quieran reducir zonas con cúmulos grasos localizados, como para aquellas con sobrepeso a las que podemos tratar en una misma sesión varias zonas corporales (muslos, glúteos, piernas, abdomen, etc.).

Aunque sus efectos positivos son apreciables desde las primeras sesiones, lo habitual, dependiendo de los casos y objetivos de cada paciente, es prescribir alrededor de 8 a 12 sesiones (semanales al principio) para maximizar los resultados. En todo caso, desde mi experiencia y como profesional de la salud, y a pesar de la satisfacción que me produce trabajar con tecnología tan puntera, no puedo pasar por alto, recordar a los lectores la importancia de tener un estilo de vida saludable, una dieta rica y variada, practicar ejercicio físico moderado de forma regular, etc. En otras palabras, Cyclone nos ayudará a conseguir objetivos de remodelación corporal ambiciosos siempre que el paciente cumpla con unas pautas saludables en su día a día.

En resumen, Cyclone es una herramienta médica de última tecnología; una alternativa inteligente y eficaz para la remodelación corporal no invasiva.