Se acerca la primavera y poco a poco incrementamos la actividad al aire libre, lo que conlleva a veces una mayor preocupación por el aspecto físico y por el cuidado de nuestra salud. Es uno de los momentos del año en el que muchos se plantean el reto de afrontar una dieta para bajar peso.

Hacerlo no es fácil. Una encuesta realizada la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) el pasado año revelaba que el 81% de las personas que hacen dieta para perder peso fracasa.

Por eso, antes de decidirnos deberemos tener en cuenta una serie de recomendaciones básicas. Estas son cinco de ellas:

1. Saber qué dieta queremos hacer y por qué. Antes de plantearnos hacer una dieta debemos tener claro que lo necesitamos. Lo mejor es ponerse en manos de un profesional. Un nutricionista podrá confirmarnos que de verdad es lo que nos viene bien y darnos las pautas de la dieta que vamos a seguir. Además, nos personalizará el nuevo plan de alimentación según nuestras necesidades particulares y controlará nuestra evolución.

2. Fuerza de voluntad. Seguir una dieta no es fácil, y debemos concienciarnos de que cumplir con ella depende únicamente de nosotros, aunque es clave recibir la ayuda de las personas más cercanas. Por eso, la fuerza de voluntad es clave. Tenemos que estar convencidos de hacerlo y buscar motivaciones para continuar con ella cada día. Lo mejor, en todo caso, es asumir cuanto antes que debemos abandonar las costumbres alimentarias perjudiciales para la salud. Con todo, permitirnos un capricho de vez en cuando también debe entrar en el guion. Eso conseguirá aligerar la carga psicológica que pueden suponer las nuevas reglas para muchos.

3. No hay milagros. Debemos saber de qué situación partimos y plantearnos un objetivo realista. Las dietas milagrosas no existen y hay que huir de sus reclamos falsos. Algunas eliminan del menú semanal alimentos básicos, lo que descompensa la satisfacción de nuestras necesidades. Tenemos que tener en cuenta que una dieta equilibrada será para siempre y que las metas se conseguirán poco a poco y con esfuerzo.

4. Evitar los errores más habituales. Hacer dieta implica no saltarse las comidas ni hacer ayunos. Desayunar bien es muy importante. No debemos desterrar alimentos, como se hace en algunos casos con el pan y los hidratos de carbono en general. Tampoco hay que evitar el consumo de grasas, aunque sí debemos seleccionar aquellas de calidad, como el aceite de oliva. Abusar de productos integrales o light es otro de los errores más comunes. Sus nombres muchas veces tienden a hacernos pensar que son necesariamente saludables, cuando no siempre es así.

5. Hacer una vida saludable. Junto con la asunción de una nueva dieta más saludable, debemos cambiar otros hábitos en las rutinas diarias. Hacer deporte y evitar en lo posible las costumbres sedentarias es clave para conseguir que nos sintamos mejor. Junto a ello, también mejorará nuestra salud con un descanso adecuado. Según un estudio de la Universidad de Chicago, si reducimos nuestro sueño de ocho horas y media a cinco y media, perderemos el mismo peso, pero la quema de grasas se reducirá a la mitad.