Sí, la primavera ha llegado y, como ocurre con la publicidad de los grandes almacenes que nos anuncian la moda para la nueva temporada, también las Sociedades de Alergia anuncian cada año los pólenes «que se van a llevar», la previsión de «cómo les va a sentar» a los alérgicos sus intensidades.

Hace unos días la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) publicaba sus previsiones para esta primavera. Uno de sus objetivos es ofrecer información de calidad para los profesionales y para los pacientes alérgicos.

A lo largo de estos 4 últimos años se han ampliado el número de estaciones colectoras que hay a lo largo de toda la geografía nacional, son puntos informativos que facilitan de forma detallada la cantidad y tipo de polen en todas las zonas de España. Para este año se anuncia una estación de alto riesgo para los pacientes alérgicos ya que el número de granos de polen por metro cúbico de aire es elevado, similar al del año pasado; sin embargo la primavera del 2013, a pesar de esas concentraciones, no fue especialmente complicada para los niños alérgicos, al parecer por la intermitencia de los «días pico».

Todos sabemos que la alergia primaveral es debida a pólenes, sin embargo cada vez está teniendo más protagonismo la alergia a Alternaria, un hongo que también se encuentra en las plantas y que se estima afecta al 15% de la población, sobre todo a niños. Se conoce que, aunque las esporas de Alternaria están todo el año, son más «agresivas» cuando se alcanzan temperaturas de 20-30º y alto grado de humedad, que para nuestra zona el comienzo es ya.

Pero, ¿sabemos qué es la alergia?

En la mayoría de las personas, cuando una sustancia extraña a nuestro organismo penetra en él, nuestro sistema de defensas las reconoce como extrañas y las neutraliza. En las personas alérgicas cuando una sustancia extraña penetra en su organismo la reacción que intenta neutralizarlas es la que produce los síntomas de la alergia, es decir, son los propios mecanismos de defensa los que terminan agrediendo al organismo y provocando los síntomas.

A las sustancias que pueden provocar la reacción alérgica se les denomina alérgenos; los Pólenes o la Alternaria son por tanto alergenos que penetran por vía respiratoria, es decir los inhalamos, provocando rinitis o asma. A veces veo en la consulta que los padres confunden alergia y atopia. Les explico que atopia es la predisposición genética al desarrollo de reacciones alérgicas. El niño atópico es aquel que tiene una gran facilidad para desarrollar alergia y mantenerla.

De todas las manifestaciones alérgicas, la más común es la rinitis alérgica, cuya prevalencia va en aumento. En el 2013 se publicaba un estudio realizado en población pediátrica española que analizaba las comorbilidades asociadas a la rinitis alérgica, pues bien, hasta en un 76.5 % presentan una enfermedad asociada a la rinitis, siendo las más frecuentes las conjuntivitis y algo menos el asma, la dermatitis atópica y la rinosinusitis.

Es evidente por tanto que el abordaje del niño alérgico hay que plantearlo desde una perspectiva integral, estudiando todas sus manifestaciones al mismo tiempo y optimizando los tratamientos disponibles con el objetivo de que tenga la mejor calidad de vida posible.