­

El cáncer de pulmón constituye el tumor maligno más frecuente y el que más muertes por cáncer causa cada año a nivel mundial. En los últimos años ha habido numerosos avances en relación al diagnóstico precoz, mediante las diferentes técnicas de «screening» en pacientes de riesgo. La finalidad es lograr detectar este tumor en fases más tempranas, de modo que se pueda modificar el curso biológico, mejorando la supervivencia y calidad de vida de los pacientes. Con todo ello, «la cirugía constituye la opción de tratamiento con mejores resultados en cáncer de pulmón no avanzado», según refieren los cirujanos torácicos del hospital; los doctores Sergio Bolufer Nadal, Juan Manuel Corcoles Padilla y Carlos Gálvez Muñoz, siendo necesario, como mínimo, la extirpación de los lóbulos pulmonares donde se aloja el tumor, o incluso de pulmones enteros, así como los ganglios linfáticos que rodean el pulmón. «Por desgracia, sólo un pequeño porcentaje de los pacientes, en torno a un 30%, son candidatos a una intervención con intención curativa».

Hasta hace escasos años, la cirugía del cáncer de pulmón consistía en la realización de grandes incisiones de entre 25 y 30 cm (toracotomía), traccionando de las costillas mediante aparatosos separadores que producían un dolor importante, así como otras secuelas y complicaciones, afectando la calidad de vida. «La toracotomía es una de las incisiones más dolorosas», habiendo quedado limitada para este grupo de cirujanos, a casos complejos en los que el tumor invade estructuras vecinas o tumores de enorme tamaño.

La cirugía torácica videoasistida o VATS, «consiste en la extirpación de lóbulos donde se alojan los cánceres mediante dos o tres pequeñas incisiones (la mayor de 5 cm) a través de las cuales los cirujanos introducen una cámara y el instrumental específico. De este modo se evita la enorme agresión de la toracotomía, se reducen las complicaciones, mejoran los resultados estéticos y el paciente se recupera de modo más precoz y con mucho menos dolor. El objetivo es realizar la misma intervención con la menor agresión posible».

Este grupo atesora una amplia experiencia con más de 150 casos intervenidos por esta vía de abordaje desde 2009. «Este paso, supone un reto para nosotros, como profesionales, que se ha acompañado de un largo aprendizaje y esfuerzo, así como estancias en unidades de referencia a nivel mundial, tanto en España, Europa como en Estados Unidos (A Coruña, Copenhague, Boston y Nueva York)».

«En un esfuerzo por seguir avanzando por la senda de la mínima agresión para el paciente, hemos ido eliminando las incisiones accesorias, realizando la misma intervención para extirpar un lóbulo pulmonar, mediante una única incisión de 4-5 cm, en la que no se separan las costillas». Las ventajas son varias: «Creemos que podemos reducir aún más el dolor, si somos capaces de realizar la intervención afectando únicamente un espacio entre costillas. Los pacientes refieren mínimo dolor en el postoperatorio, y éste, es ocasionado principalmente por el drenaje que llevan las primeras 24-48 horas. Posteriormente, analgésicos básicos son suficientes para controlar el dolor en casa».

Aunque añade algunas dificultades y requiere de importante destreza y entrenamiento, «permite al cirujano recuperar una visión más cómoda y directa de las arterias y venas pulmonares, agilizando el proceso». Para ello, «ha sido interesante seguir los pasos del Dr. González Rivas y su equipo de A Coruña, pioneros en el desarrollo y difusión de esta técnica, con más de 200 procedimientos realizados, y poder personalizar nuestro sello personal con esta intervención». Además, «abre la puerta a futuros avances en la senda de la mínima invasión quirúrgica».

En la era del avance médico y en tiempos económicamente conflictivos, «esta técnica permite reducir tiempos operatorios, disminuir la estancia global y en unidad de cuidados intensivos, así como la necesidad de analgésicos por parte del paciente, contribuyendo a convertir esta intervención en un procedimiento más eficiente, menos costoso, de mayor calidad y con mejores resultados». «Si además añadimos las enormes ventajas para el paciente, el grado tan alto de satisfacción y calidad de vida de los mismos, podemos decir que la cirugía "single-port" en cáncer de pulmón, no es el futuro, sino el presente, una realidad cada vez al alcance de más gente».