El otoño ya está aquí y con él comienza la vuelta a la rutina, el acortamiento de los días y el descenso de las temperaturas. Todo ello, puede provocar en algunas personas cansancio, sueño, debilidad y sentimientos de tristeza, claros síntomas de la astenia otoñal.

Los expertos recomiendan no dar mucha importancia al bajo estado de ánimo, ya que en la mayoría de los casos no dura demasiados días pero hay hábitos saludables que ayudan de una forma fácil y sencilla a enfrentar esta sensación.

Se debe realizar una dieta sana y equilibrada. Los alimentos ricos en vitaminas y fibras ayudan al buen funcionamiento del sistema nervioso y estimulan la producción de neurotransmisores que regulan las emociones. Por ello, se recomienda consumir diariamente frutas, verduras, frutos secos, legumbres, pescado y chocolate negro.

Realizar ejercicio segrega endorfinas y mantiene alto el estado de ánimo por lo que es muy aconsejable practicarlo de forma habitual. Se debe encontrar un deporte que se adapte a nuestras condiciones físicas, horarios y gustos para mantener el interés por él siempre y no sólo en los primeros días que se empieza a practicar.

Además, se debe de prestar especial atención al descanso. Es interesante marcarse un horario fijo para acostarse y para levantarse, que permita dormir entre siete u ocho horas diarias. La siesta ayuda a recuperarse a lo lardo del día pero nunca debe superar los veinte minutos para que tenga ese efecto. Dormir más tiempo durante el día, resta calidad al sueño nocturno.

Si se necesita una ayuda extra se pueden tomar suplementos enriquecidos con vitaminas y aminoácidos o revitalizantes como la jalea real o el ginseng, que se encuentran en cualquier farmacia. Si el mal ánimo permanece más tiempo del debido es aconsejable acudir al médico para ponerse bajo su tratamiento.