­La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es la principal causa de pérdida grave de visión en el mundo occidental en personas mayores de 55 años. La DMAE es una enfermedad degenerativa de la retina que causa la pérdida progresiva de la visión central. La DMAE afecta la mácula, la parte de la retina responsable de agudeza visual necesaria para desarrollar actividades diarias como leer o conducir.

Según la Organización Mundial de la Salud el único factor de riesgo modificable es dejar de fumar. Las personas que fuman duplican el riesgo de desarrollar DMAE, aunque este hecho es todavía bastante desconocido. Colin Evans de Specsavers Opticas en Torrevieja asegura que «hay un gran desconocimiento sobre los posibles problemas de ceguera ocasionados por el tabaquismo». Evans explica que «cuando se inhala un cigarrillo, alrededor de 4.000 productos químicos -nicotina, alquitrán, arsénico y amoniaco- entran en el torrente sanguíneo y viajan por el cuerpo. Muchos de ellos son tóxicos para los delicados tejidos del ojo, dañando la mácula y provocando en última instancia pérdida de la visión».

Evans advierte que «así como el inicio precoz de la DMAE, los fumadores también tienen una mayor probabilidad de desarrollar cataratas, una causa común de ceguera y limitaciones visuales. Además, el tabaco puede producir daños en el nervio óptico, causando un deterioro adicional de la visión».

En enero de 2012, justo un año después de la prohibición de fumar que entró en vigor en España, el Comité Nacional para la Prevención del Tabaco (CNPT) y la Comisión para el Mercado de Tabacos estimaron que 600.000 españoles habían dejado de fumar.