Scarlett Johansson, a quien se la puede ver en la gran pantalla en 'Infinity War', estuvo presente el lunes 7 de mayo en la Gala Met. Sin embargo, el vestido que escogió para cruzar la alfombra roja del evento mediático levantó cierta polémica.

La razón era que el modelo lo había creado la firma Marchesa, cofundada por Karen Craig y la exmujer de Harvey Weinstein, Georgina Chapman. Debido a esto, muchos comenzaron a criticar a Johansson por llevar el vestido, ya que según ellos está apoyando de manera indirecta al polémico productor de cine.

"Marchesa fue financiado principalmente por Weinstein, catalizador del movimiento 'Time´s Up'", apuntaba una usuaria de Twitter, mientras que otra exponía como "Weinstein utilizó la marca para acosar e intimidar a actrices". "Marchesa como marca debería morir, y Georgina seguro que podría crear algo nuevo sin esa terrible historia", añadía.

Ante los numerosos comentarios, la intérprete de 'Lost in Translation' se ha visto obligada a lanzar un comunicado. "Vestí de Marchesa porque su ropa da a las mujeres confianza y las hace sentirse guapas. Es un placer apoyar a una marca creada por dos mujeres estilistas increíbles, talentosas e importantes", aclara Johansson en el mensaje publicado en la revista E!.

La marca también se ha sumado a la polémica, indicando sentirse "honrados". Además, la propia Chapman habló el pasado año al conocer la información sobre su exmarido: "Tengo el corazón roto por todas las mujeres que han vivido un dolor inimaginable a causa de acciones imperdonables".