Desmaquillarse debe convertirse en un ritual antes de irnos a la cama. Es imprescindible hacerlo y no precisamente con una toallita desmaquillante, que está desaconsejada normalmente por no limpiar a fondo. El proceso perfecto está compuesto por cinco pasos. Puede parecer complicado pero tan sólo nos llevará cinco minutos.

"A largo plazo se va a conseguir que la piel esté más sana y luminosa, mientras que en el corto plazo a que todos los tratamientos o cremas que se empleen después de la limpieza puedan actuar mejor", asegura en una entrevista con Infosalus la doctora Concha Obregón, secretaria de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).

A su juicio es fundamental realizar este proceso para mantener un manto de grasa y de agua de la piel correctos, que nos llevará a una piel más sana en el futuro. "Las pieles se apagan y desvitalizan en el momento en el que no están limpias, ya que no respiran. Entonces no son capaces de absorber los principios que le pondremos después y la piel se apagará porque está ahogada", avisa.

Por ello, la doctora Obregón hace hincapié en la necesidad de retirar y limpiar todos aquellos restos de maquillaje, de polución, y de suciedad antes de irse a dormir. Y advierte que de lo contrario, la piel enfermará, estará asfixiada, ahogada. Asimismo, dice que habrá una mayor posibilidad de que se produzcan nódulos de grasa en la piel porque los poros se obstruyen; o señala que puede tener lugar una descamación de la piel puesto que, al no llegar a las capas donde tienen que llegar los principios activos de los tratamientos, la piel se seca y se descama.

Los cinco pasos a seguir para una piel sana según la especialista en medicina estética son:

1. Utilizar con un algodón o un disco de algodón desmaquillante el agua micelar por todo el rostro. Emplear líquido desmaquillante de ojos en caso de que el agua micelar sea insuficiente para su limpieza. "Es lo primero que hay que hacer porque las micelas tienen el poder de pegarse muy bien a la suciedad y la eliminan", sostiene la secretaria de la SEME.

2. Después, según el tipo de piel, dice que se utilizarán unos determinados jabones o lociones limpiadoras, incluso determinados aceites, porque hay todo tipo de mezclas dependiendo de la clasificación de la piel. "Si tengo una piel grasa se recomienda un jabón para ese tipo de piel; mientras que si ésta es seca conviene una mezcla entre el aceite o la crema desmaquillante, acorde con el grado de sequedad o de humedad que tenga esa piel. Escoger uno u otro dependerá del tipo de piel, y lo mismo tiene que suceder al elegir la crema o tratamiento que se ponga después", sostiene la doctora. Lo más habitual en este paso es emplear una leche o loción limpiadora, o un jabón adaptado a nuestro tipo de piel, que se retirará con agua y alguna gasa o método de arrastre.

3. Seguidamente aconseja la aplicación con las manos de un tónico, un producto que no lleva ingredientes grasos ni aditivos, y que es fundamental que no lleve alcohol. "Es la primera hidratación", precisa.

4. Después ve recomendable el empleo de una emulsión o crema en gel que hidrate y no aporte grasa, como el sérum, por ejemplo. "El sérum es un gel que está desgrasado y que tiene un grado humectante pero nunca graso", precisa la especialista de SEME.

5. En quinto y último lugar y, siempre que fuera necesario, ve conveniente aplicar "una lentejita" de crema hidratante o de tratamiento de noche, además del contorno de ojos correspondiente. "Se ve necesario usar la crema pero en cantidades no muy grandes porque la piel, al estar el cuerpo en horizontal por dormir, retiene líquidos, por eso es importante no aplicarse mucha cantidad para no reblandecer y a la larga favorecer la flacidez de la piel", sostiene.

"Hay que lavarse la cara por la mañana y por la noche"

Por otro lado, la especialista en medicina estética subraya la importancia de lavarse la cara tanto por la mañana como por la noche, si bien destaca que no debe hacerse de igual manera. Los cinco pasos anteriormente descritos serían imprescindibles en el ritual de cada noche antes de irnos a dormir.

No obstante, ya por la mañana, la experta considera que es necesario hacerse un leve lavado de cara, no tan agresivo como el de la noche. En primer lugar, dice que hay que utilizar el agua de la ducha, después el tónico, y finalmente la hidratación.

En este punto, la doctora Obregón quiere resaltar el peligro de emplear las toallitas desmaquillantes de forma continuada. "No limpian realmente, es apariencia lo que limpian, dejan producto que te obstruye el poro, y tiene que ser muy ocasional su uso porque las pieles se apagan y desvitalizan en el momento en el que no están limpias", alerta. Asimismo, la experta de la SEME ve conveniente que, cada seis meses, se proceda a una limpieza de cutis en profundidad, y en concreto una después de verano.