A veces pensar qué ponerse para ir a la oficina es toda una odisea. La comodidad, no pasar frío por las mañanas o no asarse al salir pueden ser algunas de las razones que nos llevan a tomar decisiones erróneas. Cumplir con un código de vestimenta en el trabajo es esencial para dar una buena impresión, sobre todo si tienes muchas reuniones formales o trabajas de cara al público.

Jeans rotos

Los pantalones rasgados son una de las grandes tendencias de la temporada, pero lo cierto es que no es la mejor prenda para acudir al trabajo. Es demasiado informal, así que es mejor que disfrutes de tus 'jeans rotos' en tu tiempo libre.

Crop top

Enseñar el ombligo no está muy bien visto en el entorno laboral. Por ello, tus camisetas cortas y transparencias jamás debería formar parte de tu look para ir a trabajar.

Deportivas

Son sin duda el calzado más cómodo que todos tenemos en el zapatero pero al igual que los pantalones rotos, son una elección que no gustará a los jefes, sobre todo si trabajas en una oficina y tienes reuniones con clientes. Recuerda que en esas ocasiones eres también la representación de la empresa.

Los pantalones cortos

En muchos trabajos cuando llega el verano se prohíbe a los hombres acudir en pantalones cortos. Esta regla causa bastante polémica porque ellos se quejan de que las mujeres acuden con vestidos de verano sin que suponga un problema. Si tus superiores te dicen claramente que no lleves ese tipo de prendas no te saltes la regla o te buscarás un buen problema.

Medias muy llamativas

Si quieres acertar siempre, una de las claves es no ponerte ropa demasiado llamativa. Opta por medias sencillas sin mucho dibujo y en colores discretos como los negros, marrones, azules marinos, etc.