¿Por qué cuando salimos de la peluquería nuestro pelo brilla, tiene movimiento y se ve más sano que nunca? Resulta evidente que la mano de los profesionales tiene mucho que ver, pero puede que, también, estemos cometiendo sin saberlo una serie de errores que restan luminosidad y vida a nuestro cabello. ¿Estás seguro de que no cometes ninguno de estos fallos?

Lavar mal el pelo

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Los expertos explican que para lavar bien el pelo no es necesario revolverlo y frotarlo enmarañándolo todo ya que el champú tiene componentes especiales para limpiar la grasa del cuero cabelludo, no de las puntas.

El lavado perfecto, según los estilistas, consiste en utilizar las yemas de los dedos masajeando suavemente el cuero cabelludo y sin mezclar todo el pelo. De esta forma, la espuma se deslizará a lo largo de la cabellera; hay que ir exprimiendo los mechones poco a poco con la espuma.

Tampoco debes excederte con las cantidades de champú o mascarilla ya puede obstruir los poros y provocar que aparezca caspa o se caiga más el pelo.

No proteger el pelo del calor

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El secador, la plancha y las tenazas se convierten en nuestros aliados pero también en nuestros peores enemigos. Uno de los factores externos que más castigan a nuestro cabello son las altas temperaturas por eso es crucial aplicar en el pelo un protector contra el calor. Además, acuérdate de secar bien el cabello antes de alisarlo con la plancha o moldearlo con las tenazas.

Tocarte demasiado el pelo

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El frizz o encrespamiento nos indica que nuestro pelo está demasiado seco, con déficit de aceites naturales y necesita una buena hidratación; por este motivo, la capa exterior de la cutícula se vuelve áspera, el cabello se hace más poroso y esto facilita que las moléculas del aire se vayan pegando e hinchen nuestra melena. Es decir, el pelo se expande para buscar la humedad que le falta y de aquí, que se encrespe.

Una de las causas de encrespamiento más frecuentes es tocarse demasiado el pelo. Los profesionales explican que hay que evitar tocar mucho el pelo cuando éste está caliente porque acabamos de secarlo o plancharlo.

Para tratar las inclemencias del clima húmedo o de la propia naturaleza de nuestro cabello, es imprescindible cuidarlo e hidratarlo. Existen múltiples aceites y productos naturales que nos pueden ayudar a la hora de abordar el problema; además, no contienen químicos, son más económicos y tienen resultados más a largo plazo, aunque a veces tarden en surtir efecto.

No visitar la peluquería con frecuencia

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Querer lucir una larga melena es equivalente, en muchas ocasiones, a olvidarse de visitar al peluquero con el fin de ir sumando centímetros. Pero esta práctica conlleva que el pelo sufra, sobre todo las puntas. Los expertos recomiendan sanearlas cada dos meses para conseguir que crezca con más fuerza y sobre todo, más sano. Por tanto, y aunque parezca contradictorio, lucir una melena larga y brillante equivale a utilizar las tijeras para despuntarla cada seis u ocho semanas. Al evitar que las puntas se abran demasiado y el pelo se debilite, promovemos el crecimiento de la melena.

Eludir el acondicionador

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El acondicionador es necesario para cuidar nuestra melena ya que le da hidratación, luminosidad y suavidad. Además, sella las puntas y las cutículas. No obstante, hay muchas chicas que no lo usan ya que creen que se les cae más el pelo o que su melena ya es suficientemente lisa. ¡Error! Los estilistas aseguran que el acondicionador es un producto esencial y aconsejan utilizar sólo un poco de medios a puntas durante unos tres minutos.