La noticia de la prohibición de ir a una excursión a unas niñas por llevar pantalones cortos ha suscitado un encendido debate en las redes sociales sobre esta moda del "minishort" o "microshort".
La rebelión del pantalón corto: ¿Sexismo o falta de decoro e indisciplina? Ése es el debate de fondo en la polémica que ha abierto la decisión de una profesora de Historia del Instituto de La Magdalena (Avilés) de impedir a cinco alumnas participar en una excursión porque llevaban pantalones cortos. La excursión incluía varias visitas a iglesias avilesinas.
La tendencia de este verano es que estos pantalones femeninos muestren la parte baja del glúteo, lo que ha llevado a que sean bautizados con sarcasmo como "tangalones", entre otras denominaciones, muchas de ellas irreproducibles aquí por ser políticamente muy incorrectas.
Ocurre también que muchas chicas y mujeres los usan un par de tallas inferiores a la suya, lo que produce a menudo el efecto llamado camel toe, esto es, que se les marcan por delante los labios mayores de la vulva al estar la prenda demasiado estrecha y ajustada.
