Máxima Zorreguieta Cerrutti, princesa consorte de Orange-Nassau y desde este martes reina de los Países Bajos, es una de esas mujeres que hacen brillar cada cosa que se pone.

Sea por la amplia sonrisa que siempre la acompaña o por la melena rubia y lisa que imitan miles de holandesas, lo cierto es que la argentina ha impuesto su estilo de una forma completamente natural. Y lo ha conseguido de una manera muy inteligente. Si el protocolo la obliga a lucir sombreros, joyas y faldas por debajo de la rodilla, ella siempre elige complementos diferentes para mezclarlos con las espectaculares piezas del joyero real, al que ya tiene acceso por completo.

Su creador de cabecera para la mayoría de los eventos reales es Valentino. Él la vistió de novia, por elección de su suegra, la reina Beatriz. La firma italiana es su preferida cuando se trata de vestir de gala. También siente predilección por el belga Edouard Vermeulen, uno de los talentos de la escuela de Amberes, el inglés Nathan Jenden y el holandés Jan Taminiau.

A lady Máxima, como se la conoce en su país, le encantan los trajes de chaqueta y falda, los pantalones anchos y las pamelas y pendientes "XXL" que lleva como nadie. Se las suele encargar Fabienne Delvigne, colaborado en los noventa de Chanel, Armani o Yves Saint-Lauren. Para los frecuentes viajes a Argentina no abandona ni las camisas ni los pantalones de montar.